Salud a la vanguardia: en Mendoza operaron a un bebé de un año mediante un método endoscópico

En el hospital pediátrico Humberto Notti, de Mendoza, tuvo lugar una intervención quirúrgica inédita, desarrollara en un bebé de un año con método endoscópico por un equipo encabezado por el Dr. Jorge Isaguirre, quien dialogó al respecto con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael. Con sólo un año de edad, el niño intervenido tenía una malformación congénita en el esófago denominada “atresia esofágica”, por lo que la intervención quirúrgica consistió en reconstruir el esófago, de manera que el niño pueda comer por sus propios medios, ya que hasta entonces, sólo podía ser alimentado por una vía de acceso directa al estómago. “Lo que tienen esos niños es una malformación congénita, por lo cual el niño no puede ingerir alimentos ya que lo que entra por la boca queda en un fondo de saco y no pasa al estómago. Estos pacientes cuando son detectados en el nacimiento, un cirujano pediátrico efectúa una cirugía para reconstruir y reconstituir el tránsito nuevamente para que el niño pueda comer. Eso fue hecho al nacimiento, pero luego se cicatrizó y se formó una membrana nuevamente, que impide el paso del alimento, entonces ahí lo que hay que hacer es nutrirlo al paciente de alguna forma, por lo que se le hace una incisión en el abdomen y se le deja colocada una sonda en el estómago para alimentarlo”, dijo Isaguirre. Se planteó la necesidad de solucionar el problema al paciente. Si bien este cirujano ya había operado niños así de pequeños, lo innovador fue el método. “Normalmente se abre el tórax, y para un niño de un año es una cirugía muy compleja. Si bien es cierto que los cirujanos pediatras están entrenados para eso, se planteó la posibilidad de algo mínimamente invasivo, que es sobre algo que nosotros venimos trabajando desde hace muchos años y lo hacemos en los adultos: entrar con un endoscopio por el orificio que tiene el paciente en el estómago, y otro por la boca, entonces, de esa manera, hacer un encuentro entre los dos endoscopios. Esa técnica se denomina ‘rendez-vous’ (palabra francesa que significa ‘cita’ o ‘encuentro’), ya que hay una cita o encuentro de los dos endoscopios. La idea es ver esa membrana que se formó de un lado y de otro, porque hay que perforarla, y en un esófago tan pequeño debe ser con una precisión milimétrica, porque ahí hay muchos elementos nobles (arterias, venas de gran calibre)”, explicó el profesional y recordó que “con una altísima precisión se pudo perforar la membrana con visión directa, para pasar una guía, sobre la guía utilizamos un pequeño balón para dilatar, y dejamos colocada una sonda como tutor para que no se volviera a cerrar”. Al día siguiente el niño se fue a su casa, pero regresó poco después y se volvió a dilatar con un balón algo más grande, por lo que pocas horas más tarde empezó a comer por boca, pasando el alimento directamente al estómago.