Nancy Dupláa y Pablo Echarri entraron un día como hoy hace 15 años al Tattersal de Palermo para celebrar su boda. Llevaban seis años de novios y tenían una hija, Morena de 3 años y medio en aquel momento. Nancy además ya era mamá de Luca, el hijo que tuvo con Matías Martin, y que por entonces contaba con casi siete años.
La fiesta, cuyo costo aproximado se calculó en cerca de un cuarto de millón de dólares (en aquel momento un dólar equivalía a 3 pesos), demandó dos meses de organización. Y entre los 475 invitados estuvieron Mirtha Legrand, Claudia Villafañe, Mariano Martinez, Eugenia Tobal, Carolina Peleritti, Viviana Saccone, Graciela Borges, Mario Pasik y Marta Betoldi, Julieta Díaz, Soledad Villamil y Federico Olivera, Griselda Siciliani, Jazmín Stuart, Victoria Onetto, Fernán Mirás, Pablo Codevilla, Esteban Prol y Malena Solda, y parejas que hoy ya no existen como Julieta Ortega e Iván Noble, Paola Krum y Joaquín Furriel, Fabián Vena e Inés Estévez.y Florencia Peña y Mariano Otero.
La previa. Los novios habian reservado una suite en el Hotel Alvear, donde se cambió Nancy y otra en el Faena, donde se preparó Pablo. Pasaron toda la tarde separados y recién se reencontraron pasadas las 22.30 en la fiesta.
Entrada triunfal. Cuando la mayoría de los invitados ya estaban disfrutando del cóctel de recepción, los novios entraron al salón en una ceremonia de lo más emotiva. Primero hizo su ingreso Pablo, con Luca (6) y Morena (3) de la mano, y después apareció Nancy, que se unió a él en un apasionado beso en medio de una lluvia de pétalos de rosas y al ritmo del tema One, de U2, interpretado sinfónicamente por una orquesta de 15 músicos. Acto seguido, fue la hora del vals, el mismo del musical Drácula. Y a su término, llegó la recepción, musicalizada por la banda Salvador, con temas de bossa nova y jazz.
El vestido. «Hace 16 años Nancy desfiló para mí por primera vez, junto a Mariana Fabbiani y Catherine Fulop, y ahí le dije que cuando se casara, le iba a hacer el vestido de novia”, contó Laurencio Adot.
Los madrugadores. Después de los padres de Nancy, las primeras caras conocidas que se vieron fueron las de Daniel Aráoz, Mario Pasik y Marta Betoldi, Betina O’Connell y Eleonora Wexler.
Los niños primero. La fiesta estaba preparada para que todos estuvieran más que cómodos, incluidos los cuarenta menores que fueron con sus padres. Ellos tuvieron su propia sala, la cual incluía una plaza blanda, con juegos de plástico, un microcine que pasó películas de Bob Esponja, Barney, Cars y Shrek. También tenían su miniliving, con mesas y sillas temáticas, salones de maquillaje para las nenas y hasta camas para algún dormilón. Y todos fueron cuidados y entretenidos por doce jóvenes, quienes también los divirtieron con sesiones de globologia y hasta les pasaron música acorde con su edad; así fue como terminaron bailando al ritmo de Barney y Piñón Fijo.
El menú. El catering fue servido por un equipo de 50 mozos. La recepción estuvo compuesta por sushi bar, quesos franceses, ostras y caviar, acompañado por helados de limón, pomelo y frutas cítricas con champagne, ideales para cambiar el gusto del paladar antes de comenzar ‘una nueva comida. Como primer plato frío se sirvió tian de mozzarella de búfala con jamón de Parma y tomates marinados, con duraznos asados, queso brie, peras y pistachos, y tostadas de paté con chudney de mango. El plato caliente principal fue medallones de ‘lomo asados con oliva y romero en jugo de hierbas, acompañados por risotto blanco con queso mascarpone, papas gratinadas con olivas negras y cubos de quesos con minizuchinis. Como postre hubo semifrío de mascarpone con amarenas, cuchara de chocolate y mandarinas, shot de chocolate blanco y piña. En la mesa dulce hubo postres frios y calientes y frutas frescas. Para el fin de la fiesta se ofreció un desayuno tradicional. Y todo estuvo regado con vinos blancos, tintos y champagnes de Norton, barra de tragos Open full, Gancia batido, daikiris, vodka, aperitivos y tragos.
Para emocionar. Como en la mayoría de los casamientos, se pasaron imágenes de la vida de los novios desde que nacieron hasta la actualidad. Hubo tres videos: el primero fue una selección de imágenes de ambos en distintos trabajos actorales el cual concluyó con una imagen de la novela Los buscas en la que Pablo le dice a Nancy: “Te voy a querer toda tu vida». El segundo video fue una selección de fotos e imágenes familiares que terminó con un dibujo hecho por Luca y Morena. Y el tercero fue una edición de lo vivido en el Registro Civil, en la reunión que hicieron en su casa y tomas de la propia fiesta del sábado.
La primera en irse. Mirtha Legrand, que como buena diva entró hasta la puerta principal con su propio auto evitando el uso de la combi, se fue cuando el reloj marcaba apenas las dos de la madrugada, porque tenía que abordar el avión para volver a la ciudad de Mar del Plata. Chiquita llegó con su nieto Nacho Viale, pero se fue sola y dijo que había sido «una fiesta inolvidable». Aunque lucia espléndida con un vestido salmón de Gabriel Lage, muchos recordaron que ya lo había utilizado en un par de eventos anteriores.
Cabeza de novia. Graciela Borges salió casi junto con Mirtha porque, dijo, estaba muy cansada. Pero volvió a los quince minutos, porque de camino a su casa se dio cuenta de que se había olvidado la pashmina.
El celestino. Quique Estevanez, que se convirtió en el «facilitador» de esta pareja al convocar a los novios para Los buscas en 2000, llegó acompañado por su hija, Sol. Y ya adentro, se encontró con su ex novia Betina O’Connell -embarazada de siete meses- y su ex nuera Celeste Pisapia, quien saliera durante años con su hijo, Sebastián.
Dale Rojo. Fanático de Independiente, Echarri se dio el lujo de invitar a la boda nada menos que la máxima gloria del equipo, Ricardo Bochini. El que iba a ir y hasta había reservado un traje fue Diego Maradona pero finalmente no asistió.
Huída temprana. Llamó la atención que pasadas las 3 de la madrugada, muchos de los invitados empezaran a retirarse. Raro, teniendo en cuenta que en ese preciso instante, la gran mayoría de los presentes -en especial Julieta Diaz y Eugenia Tobal- bailaban al ritmo de Bombón asesino.
Rezagados. A partir de la medianoche, empezó a llegar una nueva tanda de famosos que, como tenían función de teatro, no pudicron llegar a horario a la fiesta. Entre ellos puede mencionarse a Carlos Santamaria y su mujer, Maia, Kevin Johansen con Lala, y Roberto Carnaghi con su esposa. Los últimos en caer fueron Florencia Peña y sus compañeros de Sweet Charity, Diego Ramos, Griselda Siciliani y Nicolás Scarpino, que aparecieron pasadas las 3 y media de la mañana. Mariano Otero, que había llegado hacia horas con su hijo, Tomy, y la niñera, salió a recibir a Florencia, por entonces todavía su esposa.
La consigna. A la fiesta no se podía entrar ni con cámaras de fotos ni con celulares que pudieran actuar como tales. “Nunca se me hubiera ocurrido, es una fiesta de amigos y los chicos están concretando un sueño maravilloso», dijo Viviana Saccone mientras mostraba sus manos vacías.
Comodidad. Cuando la noche avanzaba, los organizadores repartieron varios pares de ojotas blancas entre las damas presentes. Así, las chicas pudieron liberarse de los tacos aguja para seguir bailando en chanclas.
El souvenir. De regalo, cada uno de los invitados se llevó a casa un CD de música e imágenes, que repetia la portada de la invitación a la boda con los nombres de los novios: Nancy y Pablo.
La noche de bodas. Finalmente, pasadas las 8 de la manana con el sol del domingo bien en alto, Pablo les dijo a los pocos rezagados presentes que estaba cansado y ya era hora de partir. Así que los recién casados se dirigieron a una suite del Faena Hotel para gritar el tan ansiado: «¡AI fin solos!». Y empezar a disfrutar de esta nueva etapa de la pareja, ahora sí, con todas las de la ley.
LAS DECLARACIONES DE PABLO Y NANCY
Cuando Pablo Echarri y Nancy Dupláa salieron del Tattersall de Palermo a posar para los flashes de los fotógrafos, mantuvieron una breve conversación con los medios presentes del otro lado del vallado. Algo similar había sucedido el jueves por la tarde, en el medio del festejo que llevaron a cabo en su casa de Colegiales. Pero el contacto que se dio con la prensa en el Registro Civil el día anterior fue mucho más íntimo. Allí, los chicos se tomaron todo el tiempo necesario para conversar y se los vio tan tranquilos como emocionados, lo cual propició un clima ideal en el que los flamantes esposos se prestaron tanto a la reflexión como a la broma.
-¿Qué se siente ahora que son marido y mujer?
Nancy Dupláa: Estoy muy emocionada… con «alta emotion”. No pensé que iba a ser tan movilizante, porque la ceremonia del Civil la íbamos a hacer mañana en nuestra casa. La idea de hoy era venir a firmar y listo. Pero la verdad es que la situación nos superó y no pudimos evitar las lágrimas.
Pablo Echarri: A mí me va a costar pasar a decir que estoy casado. Fueron 37 años en los cuales siempre que llenaba formularios donde decía «Estado civil» ponía soltero. Y ahora voy a tener que poner «casado». Pero, hablando en serio, fue muy fuerte. Llegams, nos sentamos y pensábamos que iba a ser un trámite. Pero apenas la jueza empezó a hablar, nos emocionamos y nos empezaron a brotar las lágrimas a los dos al mismo tiempo. Aunque si me apurás un poquito te digo que Nancy arrancó media milésima de segundo antes, qye toda su energía fue la que me terminó emocionando a mí.
-¿Qué pensaste en ese momento?
-Pablo: Sabés que hace tiempo que vengo imaginando qué iba a pensar en el momento de dar el si. Y la verdad,a la emoción tapa mor completo y no deja lugar a ora cosa. En realidad nosotros venimos siendo un matrimonio desde hace unos cuantos años, pero lo que me pone muy feliz es el hecho de haber dado este paso para lo que es nuestra familia. Por un lado, por lo que significa para reafirmar nuestro amor. Pero sobre todo, para que los chicos, Morena y Luca, vean que nosotros apostamos a esta institución. Que queremos solidificarla y darle importancia, porque crecimos y nacimos en el seno de una familia y porque queremos que los chicos lo vivan de la misma manera. Y para mí, la familia es todo. Puedo tener un día terrible de trabajo y jugarme la vida, como quien dice, todo el tiempo. Pero siempre sé que, tarde o temprano, voy a llegar a casa. Y el deseo de querer encontrarme con la gente que me contiene es un placer increíble. Desde ahí es que hacemos todo esto, así que esperemos que dure.
-¿Les llevó mucho tiempo la producción?
Nancy: A mí, 37 años.
Pablo: Yo tardé un poco menos. Igualmente, soy bastante más desordenado. Tal vez la deformación profesional de estar empilchándote siempre con una cosa y con la otra hace que por ahí el tema de la ropa sea un poco más normal. Más en un hombre que se baña, se afeita y ya está.
-Pasemos al plano sentimental. Pablo, ¿cuándo te diste cuenta de que Nancy era la mujer de tu vida?
-Fue hace bastante. No voy a decir que fue en el momento en que nos conocimos, porque eso fue hace muchos años. Pero sí no bien nos empezamos a acercar. Ahí creo que los dos nos dimos cuenta de lo que sentíamos el uno por el otro. Después, el tiempo y distintos sucesos fueron confirmando esta cuestión.
-¿La noche de bodas es hoy, después del Civil, mañana, luego de la reunión con amigos, o el sábado, después de la gran fiesta?
-Nancy: La noche de bodas es hoy, después de la reunión y el sábado también. Además, para estas noches me compré una ropita de leopardo que no se puede creer.
-Ahora que tienen libreta ya pueden hacerlo.
Pablo: Sí, no sólo se puede hacer, sino que ahora es una exigencia.
-Tienen pensado agrandar la familia?
Pablo: Creo que el hecho de estar relajados y tener la libreta firmada va a hacer que eso suceda. Nosotros tenemos ganas, pero vamos a ver.
Nancy: Igual, a mí no vuelvan a preguntar si estoy embarazada, no me rompan más. Tengo 37 años, dos hijos y panza. Basta. Este año no tenemos pensado trabajar y vamos a ver que pasa.
Pablo: Por ahora vamos a seguir dándole normal.
-¿Perdón?
Pablo: No, bueno, que vamos a seguir con la rutina habitual… que no vamos a modificar nada (dice entre risas).
-Cuando hablás de una rutina habitual, ¿querés decir dos o tres veces a la semana?
Nancy: ¿Qué? ¿Dos o tres veces a la semana? ¡Mucho más!
-¿Tuvieron despedida de solteros? Nancy: Sí, fue anoche. Yo salí con mis amigas y Pablo con sus amigos. Pablo: Exacto, nada de salir a festejarlo los dos juntos. Las despedidas de soltero son así, cada uno por su lado. -¿Hubo stripers, Nancy? -¡Nooo! Las chicas no nos divertimos con los stripers. -¿Y en tu despedida, Pablo, hubo muchas chicas? -No, no, no, para nada. Fue algo muy intimo, donde la pasamos bien sólo con amigos.
Nancy: Bueno, digamos la verdad. En la despedida de Pablo estuvieron Moria Casán… (risas).
Pablo: No, sólo mis amigos, los vagos de siempre. Lo que pasa es que son vagos reciclados. Viejos leones sin dientes, pero que me acompañaron siempre y lo siguen haciendo. Tengo muy en claro que toda esta fiesta no va a dejar de lado todos esos años vividos en Villa Dominico. Por eso decidimos no vender nuestro casamiento a ningún medio, no queremos deber ningún tipo de favor y hacer lo que nosotros queremos. Pusimos peso sobre peso, rompimos el chanchito y, a partir 5 de ahora, empezaron a caer las fichas como en el taxi y ya no paran de caer por varios días más. Pero seguro que todo va a salir como lo soñamos.
-¿Qué cambió en ustedes desde aquellos años del barrio hasta estos en que alcanzaron la fama y el éxito?
Pablo: Todo va mutando, y mucho. El querer ser la misma persona que fuimos hace 20 años es difícil y me parece que tampoco pasa por ahí la cosa. Tanto Nancy como yo fuimos acercándonos e desde lo más simple de nosotros, y siempre conservamos esa esencia del barrio.
Nancy: En este medio, que es tan especial, te podés perder y embarullar si no tenés determinadas raíces o ciertos cables a tierra. Así y todo, cuando arrancas y sos joven, en algún momento te pasa. Pero después el barrio te va ayudando a ponerte de nuevo en tu lugar y disfrutar de lo básico. Y, sobre todo, te ayuda a no volverte loco. Porque el nuestro es un medio en el que te podés volver loco.
MAS INVITADOS
Fuente y fotos: Gentileza Pronto
