A tres años de nuestra peor tragedia vial

Ayer se cumplieron tres años de la peor tragedia vial que haya vivido San Rafael. El domingo 25 de junio de 2017, un colectivo que no se encontraba en condiciones de circular volcó en la “Cuesta de los Terneros”, dejando la luctuosa cifra de 15 personas muertas, la mayoría de ellas adolescentes del instituto de danzas bonaerense «Soul Dance», que habían ido a pasar –vaya la paradoja– un día de alegría en Las Leñas.
La causa civil en pos de lograr un eventual resarcimiento económico a las familias de las víctimas continúa su camino. En la faceta penal, la Justicia determinó originalmente que la acción se encontraba extinta por la muerte de quien supuestamente manejaba el colectivo ese día, Jorge Damián Pinelli. Sin embargo, la semana pasada se confirmó oficialmente que el expediente seguirá vivo, investigando posibles responsabilidades de Jorge Pinelli (padre) –que manejó gran parte del recorrido–, y de Marcia Villagra, esposa del chofer fallecido, titular de la empresa de transporte y quien está sindicada como quien gestionaba los irregulares permisos para que sus coches transitaran por el país.
Poco después del hecho luctuoso supimos que la empresa de los Pinelli seguía recorriendo las rutas argentinas con sus vehículos fuera de regla y poniendo en riesgo a más personas. También vimos cómo los controles policiales y administrativos en la zona del desastre se fueron espaciando en el tiempo y, más allá de algunas entendibles razones que aducen sus responsables, no dejan de generar la impresión de que los mecanismos de cuidado solo se ponen en marcha cuando una tragedia nos toca con sus pavorosas manos.
Las víctimas del vuelco más triste que tienen las rutas locales son recordadas en aquel lugar con una curva que lleva su nombre. Quizás el intentar mejorar nuestras conductas viales y realizar todos –Estado y ciudadanos– mayores y mejores aportes para evitar nuevas tragedias sea el mejor homenaje que se les puede rendir a quienes sufrieron y aún sigue sufriendo los daños de una catástrofe que muy probablemente pudo haberse evitado.