Advierten que el paquete de yerba-mate podría sufrir un aumento del 40% a corto plazo

Tras una medida tomada por el Gobierno nacional, el sector yerbatero advirtió que el precio del paquete de su producto podría experimentar aumentos del 40% en las góndolas. Al respecto dialogó con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael, el productor yerbatero Cristian Klingbeil.
Hace algunos días, el Gobierno tomó la decisión de incrementar el precio de la hoja verde, materia prima de la producción de yerba mate, lo que generó una preocupación en las cadenas industrial y comercial del sector, que advirtieron que la medida podría impactar en un aumento en el precio final del producto. Por otra parte, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, habilitó una suba directa a yerbateros con el objetivo de “mejorar el margen de ganancias de los productores”. “Como todos los argentinos, somos víctimas de esta inflación que parece no tener techo, y la verdad es que en los últimos años, los costos de producción incluso fueron más altos que la inflación promedio que suele dar el INDEC. El tema de repuestos, maquinaria y ahora estamos en plena discusión con las paritarias con los obreros rurales, son todos números que se van para arriba y la verdad es que asustan; también estamos en la producción de té, nos ponemos a hacer números y uno se desespera porque no podés creer que se habla de números siderales, y cuando se termina de hacer la cosecha queda muy poco. Tenés que aguantar mantener la producción, cuidar, fertilizar, limpieza, algunos replantes de plantas que se fueron muriendo en los últimos años por los problemas climáticos, y la verdad es que cada vez se pone más difícil al productor”, advirtió.
Cabe decir que la yerba no es solo una tradición argentina, sino que ante la suba de la pobreza y el aumento de los alimentos, se convierte en una de las infusiones con mayor consumo, lo que causa un problema aún más grande.
Un pedido de los productores, siempre es que sea transparente la cadena de producción, desde el productor hasta el almacén donde compra el consumidor, para ver “quién se queda con la mayor porción de la torta” y –señaló Klingbeil– “en varios análisis que se hicieron, el Estado siempre está por arriba del 35%, entre impuestos nacionales, impuestos provinciales, tasas municipales y se va recargando muchísimo, y son porcentajes netos de ganancia porque no es que el Estado apuesta a la producción, sino que se asoma una vez hecho todo el trabajo, es un socio que se queda un porcentaje extraordinario sólo en las ganancias”. Si bien es cierto que las cadenas de supermercados también sacan mucho, como así también grandes productores, el Estado se está quedando con una parte muy importante. Es por eso que una manera de que los precios no sigan subiendo, es que la nación o las provincias disminuyan algunas tasas. “El Estado te congela, te pone ‘precios cuidados’, ‘precios máximos’ o como se llamen (porque siempre les cambian el nombre a estos programas), y después terminan pisoteando toda la cadena para abajo, y los últimos eslabones son los que terminan pagando los platos rotos, como los productores o sus obreros rurales”, lamentó.