Hace más de cien días que la enfermera jubilada Silvia Zulema Chávez (73 años), fue vista por última vez. Si bien la investigación ya cuenta con un detenido (su inquilino, Mauricio Albornoz), existe un halo de misterio que envuelve a este caso.
En una extensa y pormenorizada entrevista que se realizó en el programa Todas las Voces de FM Vos 94.5, el titular de la Fiscalía de Instrucción N°2, doctor Javier Giaroli, aportó algunos datos en torno a la investigación que se está llevando adelante.
Hace más de cien días que la enfermera jubilada Silvia Zulema Chávez (73 años), fue vista por última vez. Desapareció en el mes de julio y nadie hizo la denuncia sobre la averiguación de su paradero. Si bien la investigación ya cuenta con un detenido (su inquilino, Mauricio Albornoz), existe un halo de misterio que envuelve a este caso.
La causa tiene varias hipótesis y algunas personas son vistas de reojo por los investigadores, como es el caso de la hermana de Silvia y su exmarido. Entre tantas dudas, hay algunas pistas concretas, tal es el caso de una llamada al 911 que hizo la enfermera. Una de las mayores dudas que se plantean es por qué recién el primero de noviembre se consultó en la Comisaría 8va sobre la ausencia de la enfermera, si Chávez desapareció el 19 de julio.
En una extensa y pormenorizada entrevista que se realizó en el programa Todas las Voces de FM Vos 94.5, el titular de la Fiscalía de Instrucción N°2, el doctor Javier Giaroli, aportó algunos datos en torno a la investigación que se está llevando adelante.
“El viernes comenzó la jornada con una orden de registro de una finca en la zona de Cuadro Nacional, en la calle Rivadavia. Del análisis de los antecedentes de la única persona que está acusada por este hecho, el señor Albornoz, surge que en el año 2019 participó de un robo de un vehículo, incluso tuvo una condena. El vehículo fue encontrado en estado de desarme específicamente en esa finca abandonada. Es por ello, que se organizó un operativo de rastrillaje coordinado por la antropóloga del cuerpo médico forense que vino específicamente para esto desde la Ciudad de Mendoza. También se convocó a personal de la división de aeronaves matriculadas de la Policía de Mendoza, es decir, de los drones. Se convocaron, además, a muchos cadetes dentro de Seguridad Pública, la verdad es que agradezco mucho su colaboración”, empezó diciendo el fiscal Giaroli de la causa.
RASTRILLAJE
“En el lugar pudimos entrevistar a diversos vecinos que recordaron el episodio del vehículo del año 2019 en esa zona. Se amplió el rastrillaje a una segunda finca, que también arrojó un resultado negativo. Con la presencia de tres antropólogos se pudieron ir analizando los restos óseos que se encontraron y las prendas de vestir, con el fin de ir descartando in situ, sin la necesidad de secuestro para posterior análisis”, agregó.
Luego, continuó brindando algunos detalles en Fm Vos 94.5 acerca del trabajo que encarar y la manera en la que lo desarrollan. “En el lugar tuvimos una reunión de trabajo con el jefe de Investigaciones, jefe de Policía Científica de este equipo de antropólogos, con esa cantidad de gente dispuesta a colaborar, decidimos confirmar o descartar otras hipótesis relacionadas con la muerte de Silvia Zulema Chávez, ya sea por homicidio o suicidio, y registrar dos lugares donde ella podría haber llegado y que, por las características de los mismos, no podría haberse encontrado el cadáver hasta el momento, ya que las personas no lo hubiesen advertido. En este contexto, se registró una bodega abandonada ubicada a cuatro cuadras de su domicilio, y también una exfábrica de vidrio que estaba ubicada a 150 metros de su casa, con resultado negativo”, indicó Giaroli.
LLAMADO AL 911
Por otra parte, hizo referencia al llamado que realizó Silvia Zulema Chávez a la línea de emergencias 911 antes de desaparecer, en la cual manifestó a la operadora su temor por una reunión que se llevaba a cabo en la vivienda que le alquilaba al ahora imputado, con quien tenía una relación conflictiva. “En toda la gran cantidad de pruebas que hemos producido, incluso mucha está pendiente de que se realice, existe este registro de llamadas de su dispositivo que hasta el momento no ha sido encontrado. Determinamos que en el último año había llamado al teléfono de emergencias en tres oportunidades. Una en el mes de abril y dos, que son de mucho interés, en el mes de julio, el día 8 y el 18. Esta información la recabamos con posterioridad a que el señor Albornoz estuviese detenido por estos hechos, es decir que ya teníamos otros indicios de sospecha contra él”, manifestó.
Inmediatamente, Giaroli describió cómo fueron estas comunicaciones y cuál fue el último indicio de vida que se tuvo sobre la enfermera jubilada. “Estas dos últimas llamadas que fueron atendidas por operadores distintos, están relacionadas con el mimo tema, sus quejas respecto a la situación que vivía con los inquilinos. La llamada del 8 plantea una consulta al operador sobre cómo proceder, ya que ella quería desalojar a estas personas, considerando que no cumplían el acuerdo al que habían llegado sobre la cantidad de personas que tenían que vivir en el lugar. La llamada del 18 fue más preocupante porque transmitió miedo, un miedo a situaciones de violencia física y a que se metan sus inquilinos a su domicilio.
Ella cortó la comunicación y la operadora actuó muy bien, ya que inmediatamente envió un móvil para entrevistarla. Según el registro, se arribó a los 10 minutos. Hemos solicitado los videos de las cámaras de seguridad de ese móvil al Ministerio de Seguridad, para ver qué registraron. Esta no es la última señal de vida de la señora, debido a que el día siguiente, ella va a visitar a una amiga. 36 horas después de esta llamada, aparecieron los últimos indicios de vida, que son dos llamadas que ella realiza a un número que se ha podido determinar que corresponde a la abogada que lleva adelante el desalojo de estas personas, pero la letrada no pudo atender. El día 21 de julio a las 5 de la tarde, el dispositivo termina apagándose de forma definitiva”, aclaró detallando los hechos.
Sospechas en el Caso Chávez: no hubo una denuncia por su desaparición y se inició de oficio
El fiscal Javier Giaroli, quien investiga la desaparición de la enfermera jubilada Silvia Zulema Chávez, en entrevista en Fm VOS 94.5 continuó brindando detalles del misterioso caso y afirmó que parte de la versión de la que se habla sobre la denuncia de la desaparición de Chávez, no es correcta. “Hay un error en la información que ha circulado. En realidad, las indagaciones por el paradero de la señora Chávez inician de oficio el 1 de noviembre. Me llamó la Ayudante de Fiscal de la Comisaría Octava y me puso en conocimiento de que una persona preguntó por un paradero, manifestando que la hermana había hecho una denuncia. Ese día inicié la investigación de oficio. A esta persona, una excuñada de la señora Chávez, se le recibe una declaración testimonial, porque no quería hacer una denuncia. Estaba consultando por una situación equivocada, a ella le habían dicho que había una denuncia por paradero, la cual no existía. Técnicamente no existe denuncia de paradero hasta el día de hoy”, sostuvo.
“Entre el día 27 de octubre al 1 de noviembre, existe una serie de partícipes de esta trama que obviamente están todos bajo investigación, si bien la mayor cantidad de sospechas están dirigidas hacia el inquilino (Mauricio Albornoz). Está en averiguación la forma en la actuaron la hermana de la señora, el primo, los vecinos, incluso uno que vive al lado y que supuestamente ingresó a la casa como testigo, la expareja de Chávez, y las hermanas de su expareja. Hay algunas inconsistencias en sus declaraciones que están intentando ser verificadas. Hemos convocado a todas estas personas y estamos registrando sus dichos, ya que existe la posibilidad de que se trate de una investigación muy larga, y que en un futuro tengan que revisarse estas declaraciones. En caso de que cambie el investigador en un futuro, o de que no se esclarezca rápidamente, va a ser una herramienta muy valiosa todo lo que tiene que ver con la psicología del testimonio”, reveló el Fiscal.
Además Javier Giaroli precisó cómo fue que lograron dar con la identidad del inquilino que vivió en el departamento de la enfermera. “Las primeras 48 horas sabíamos que la señora Chávez tenía un inquilino, pero era una gran incógnita porque no había ningún registro. Nadie sabía quién era, los vecinos lo habían visto pasar, y hablaban de una pareja con un niño. La declaración de la abogada que llevaba adelante el desalojo, nos brindó mucha ayuda, pudo aportar su documentación donde tenía registrada la identidad del inquilino”, señaló en el programa Todas las Voces de Fm Vos 94.5.
“Ella nos contó cómo fue la relación con la señora y los inconvenientes que tuvo con este alquiler que realizó de palabra. La fecha exacta de ingreso al departamento es el día 13 de junio. Eso lo hemos podido determinar porque Chávez se lo explicó al operador del CEO en la primera llamada de julio. Le alquiló a dos personas mayores y a un niño. La abogada dijo que, al comienzo, el señor Albornoz se mostró como una persona muy amable y simpática, y una vez que ocupó el departamento, demostró su verdadero carácter, el de una persona muy agresiva, que la insultó en muchas oportunidades, que no aceptada reclamos con respecto a la música, los asados y a la gente que introducía en el domicilio.
Ahí comienza esta serie de conflictos que termina con el señor Albornoz retirándose del departamento el día 6 de septiembre, es decir, 48 días después de la fecha probable de muerte de Chávez. Se fue en circunstancias extrañas, a él le habían ofrecido devolverle el mes de depósito para que se vaya, y nunca concurrió al estudio de la abogada a reclamar esto. En su poder se encontraron elementos que se presumen han sido sustraídos de la casa de la señora, como es el caso de unas ventanas que ella había mandado a fabricar a una carpintería de la zona para devolvérselas a un familiar”, añadió el fiscal a cargo de la causa.
ALBORNOZ
Asimismo, sostuvo que es prácticamente imposible que el inquilino no se diera cuenta de la desaparición de la enfermera. “Es una propiedad muy pequeña, una casa y un departamento al fondo con un patio que se compartía. Al ingresar al departamento se podían ver todas las ventanas, por lo tanto, el señor Albornoz no puede sostener que no sabía que algo raro había pasado con la persona que le alquilaba. 48 días después se percató de esa situación y no hizo absolutamente nada, no llamó a la policía ni fue al estudio jurídico de la abogada, no informó que la señora no estaba, que estaba la luz encendida, que por la ventana se veían cosas volcadas”.
Para finalizar, el Fiscal afirmó que los trabajos continúan y en ellos participan distintos cuerpos de investigaciones. “En este momento está participando un grupo de aproximadamente 200 personas que se encuentra averiguando qué pasó con Chávez, no solo personal de calle de Investigaciones, sino también personal de Delitos Tecnológicos, la unidad de investigación fiscal. Estamos esperando muchas pruebas tecnológicas, llamadas de otros dispositivos, otras acciones que no puedo informar hasta que no se tengan los resultados, para que no se frustren. Estamos recabando nuevamente todas las declaraciones de las personas que ya lo hicieron, por escrito. Eventualmente en un futuro lo que voy a ordenar, en caso de que sea necesario, es una autopsia psicológica de las personas que declararon.
Esto se asocia generalmente con una persona muerta, pero en realidad, es determinar el estado psíquico en el que se encuentra una persona en determinado momento, y se puede aplicar sobre alguien desaparecido o que se resiste a una evaluación. Esto sería para determinar quién dice la verdad en toda esta historia, y puede ser el caso de que no alcance con la confrontación cruzada de las declaraciones. También nos interesa conocer el geoposicionamiento de los días 20 y 21 de julio, por ejemplo, del teléfono de la hermana, esto es un dato que estamos esperando conocer”, cerró la entrevista en Fm Vos 94.5 el fiscal Javier Giaroli.
