Almaceneros: “Hoy una botella de aceite en la góndola de mi negocio cuesta 2.200 pesos. O sea, 4 veces más en 2 meses”

Fernando Savore, titular de la Federación de Almaceneros, reflexionó sobre el impacto de la inflación en el sector minorista y las dificultades que enfrentan tanto los comerciantes como los consumidores. El directivo comentó a Diario San Rafael y FM Vos 94.5 que “lo que fue diciembre nos dio una inflación de 29,7 en alimentos. Una cosa que fue muy agresiva, no es el número sino lo que vivimos como comerciantes y como lo que vivieron los consumidores, era cambiar precios todos los días, y es verdad que en enero muchas empresas tuvieron que poner freno”. Asimismo aseguró que “eso no quiere decir que hay empresas que siguieron aumentando. Sinceramente no sé cuánto dio el dato de inflación del mes de enero. Nosotros estimábamos, digamos muy cuentas almaceneras, de que tendría que estar en un 18%”. Savore continuó explicando las dificultades que enfrentan los comerciantes en la gestión de precios y la adaptación a las constantes fluctuaciones del mercado. Destaca el caso de los lácteos, donde los aumentos han sido significativos en los primeros meses del año. “En enero tuvimos un aumento de un 12% en los primeros días, el 20 de enero un 15% y los primeros días de febrero otro 15%. En lácteos. Si suma los tres, le va a dar un 48, casi 49%. Entonces queda más que claro que un sachet de leche que, no sé, en los primeros días de diciembre lo estábamos vendiendo en 600 pesos, hoy lo tenemos que vender en 900. El tema es el bolsillo del consumidor acá. Sin lugar a dudas”. Además de los desafíos en la fijación de precios, Savore señaló una disminución en las ventas del sector minorista, especialmente durante el mes de enero. “La caída de ventas, en enero fueron dos etapas, del primero al quince notamos sólo una caída de un 15% porque mucha gente no se fue de vacaciones. La segunda quincena la caída fue entre un 20% y un 25%. Pero porque mucha gente que no se fue de vacaciones también se le acabó la plata”. A pesar de las dificultades, Savore destacó la capacidad del sector minorista para mantener el abastecimiento de productos, a diferencia de lo que ocurre en los supermercados. “En nuestro sector no es la realidad, a nosotros prácticamente mercadería faltante no tenemos. Encontramos en los mayoristas algunas promociones importantes, pero por algo que nosotros le pedimos a los mayoristas, que no sigan guardando la mercadería, que no sigan especulando. Nuestro sector no quiere ser parte de este formato de querer vender a la gente mercadería que prácticamente se le va a vencer a la cena”. También expuso el impacto de la inflación en productos como el aceite y la yerba, donde los aumentos de precios han sido significativos en los últimos meses. “En noviembre o los primeros días de diciembre, una botella de aceite de girasol de 900 mililitros de primera marca, yo en mi negocio la estaba vendiendo 550 pesos al público. Después de diciembre la pagué algo de 1.300 y después 1.700. Hoy esa botella de aceite en la góndola de mi negocio cuesta 2.200 pesos. O sea, 4 veces más en 2 meses”. El titular de la Federación de Almaceneros destacó la importancia de la adaptación y la diversificación de productos para satisfacer las necesidades del consumidor. “Cada vez tenemos más presencia y rotación en lo que es marca Pyme. Entonces bueno, obviamente que uno lo que hace es interpretar, entender cuál es la demanda de nuestro cliente y ahí nos adaptamos”. Finalmente, Savore reflexionó sobre las implicaciones sociales de la inflación y los altos precios, especialmente en el acceso a medicamentos esenciales. “La gente no puede comprar. Yo tengo problemas de hipertensión, gracias a Dios la tengo toda controlada, pero tengo que tomar 3 medicamentos y fui a la farmacia a comprarlos y me costaron 50.000 pesos. Me fui muy triste porque mucha gente que debe tener el mismo problema de hipertensión que yo seguramente no lo puede comprar”.