Alumnos que estudian en la escuela Martín Güemes de La Llave desarrollan trabajos para embellecer su edificio escolar

A lo largo de las vacaciones, los jóvenes que concurren a la escuela Martín Güemes, del distrito La Llave, llevan a cabo distintas prácticas y desarrollarán trabajos en el edificio escolar, a fin de mejorarlo estéticamente de cara al próximo ciclo lectivo. La directora de la institución, Roxana Quiroga, se refirió a ello en diálogo con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael.
En el marco de las que denominan “prácticas de verano” de las escuelas técnicas, los estudiantes desarrollan tareas independientemente de que no estén dentro del ciclo lectivo.
“Nosotros tenemos todo lo que es la producción de tomates, y como el ciclo de producción está en parte del mes de enero, nosotros planificamos ya antes de irnos de vacaciones las prácticas de los chicos. En este caso son los alumnos de 5° año, acompañados por la responsable del sector con quienes van a hacer las prácticas en la huerta”, dijo Quiroga y agregó que “en cuanto al mantenimiento del edificio escolar también es así, empezando a reacondicionarlo aprovechando que es más tranquila la actividad este mes”.
“A fines de diciembre y comienzos de enero, empezamos a reacondicionar algunos entornos que necesitaban, por ejemplo en la apicultura, donde se necesitaba pintar y colocar las puertas mosquiteras, porque en el momento de la cosecha de la miel si no tenemos eso se llena el sector de abejas y no se puede trabajar, así que era algo pendiente que teníamos desde hace tiempo y ahora ya se hizo”, recordó. En la última semana de diciembre les llegó un fondo especial del Gobierno destinado a pintura, por lo que es una tarea encarada actualmente.
La institución cuenta con seis aulas, aunque –expresó la directora– requieren otras dos por lo menos, teniendo en cuenta la cantidad de estudiantes (tienen 260 en promedio). La idea es reunir los fondos para poder construir después. “Hemos ido trabajando bastante en el sostenimiento de la matrícula, lo que nos ha hecho trabajar y sostener que los chicos no se vayan, que egresen, que el egreso sea realmente efectivo”, remarcó.
Cabe decir que en el caso puntual del tomate, en la escuela se lleva a cabo todo el ciclo, desde la siembra, el trasplante a la huerta, el cuidado de la producción durante enero, la cosecha (ya con los chicos cursando), y con los estudiantes de 6° año se prepara la salsa, completando la industrialización. Ese producto se consume luego en el propio comedor escolar.