Marianela y Estefanía Gorosito fueron asesinadas y descartadas en un basural de la ciudad santafesina de Rosario. Un supuesto vínculo con la banda de Los Monos habría desencadenado el doble crimen y hay dos detenidos en la causa.
Las hermanas fueron «abordadas» por los presuntos homicidas en un bar céntrico de la ciudad donde merendaban, subidas a un auto y luego fusiladas, según reconstruyó el fiscal de la causa, Patricio Saldutti.
Además, el funcionario judicial explicó que antes de ser asesinadas, los homicidas les robaron los teléfonos celulares, las llaves de su casa y las alhajas de oro.
Los detenidos por el hecho, identificados como William Alberto Espinoza López (18) y Damián Ezequiel Rojas (30), fueron imputados por los delitos de femicidio, homicidio criminis causa, robo y portación ilegal de arma.
Detalles de la investigación
Si bien el fiscal detalló que aún no se pudo determinar el móvil del doble crimen, dijo que falta identificar a otras personas que habrían participado del hecho.
Voceros del caso detallaron que los nombres de las hermanas están registrados como visitas en la Unidad Penitenciaria 11 de la localidad de Piñero, cercana a Rosario, de un preso condenado por homicidio y procesado por narcotráfico, que opera como célula de la narcobanda «Los Monos».
«Hay información respecto de otras personas que participaron, no son los dos detenidos las únicas personas que habrían participado, estamos investigando para identificarlos y aprehenderlos», declaró Saldutti.
El impacto en las antenas de telefonía del celular de unas de las dos hermanas permitió a los investigadores reconstruir el trayecto desde que fueron captadas hasta que sus cuerpos fueron descartados en un basural.
«No sabemos si fueron abordadas con este vehículo (el Citroën C3 secuestrado en el caso) u otro y son trasladadas en el auto», detalló el fiscal, para agregar que en el coche secuestrado «hay un orificio de proyectil de arma de fuego, por lo menos un disparo pudo haberse efectuado en el automóvil, y además están las manchas de sangre».
El Citroën C3 color gris, que es propiedad del imputado Rojas, fue secuestrado por Gendarmería en un operativo el martes por la noche a 500 metros de donde el miércoles fueron encontrados los cuerpos. En el vehículo encontraron manchas de sangre, un orificio de bala y tres vainas servidas calibre 9 milímetros.
Según la causa, en la madrugada del miércoles, Rojas radicó una denuncia en la seccional de su barrio por el robo del vehículo. Dijo que había olvidado las llaves puestas y que lo robaron el auto, versión que para el fiscal resulta «increíble», por lo que lo acusó como co-autor del doble femicidio.
La autopsia determinó que Estefanía tenía ocho impactos de bala, dos en el cráneo, y Marianela cuatro, también con dos heridas en la cabeza.
«Estamos hablando de la muerte violenta de dos mujeres, en un contexto de violencia de género que vimos en la atrocidad con la que fueron cometidos los hechos, y por la forma y el lugar de descarte de los cuerpos», sostuvo el fiscal que además agregó que trabajan en las cámaras dfe seguridad de la zona para esclarecer el hecho.
Fuente: Diario 26
