Fue, allá por los 80, una de las mujeres más deseadas por los argentinos. Símbolo de sensualidad, Mónica Guido generaba ratones en quienes la veían sobre las tablas o simplemente a través de la pantalla de la tele. Nacida en Arequito, Santa Fe, de joven emigró a Buenos Aires y se convirtió en una estrella.
Comenzó su carrera a principios de la década del 80 gracias a su belleza y su cuerpo escultural, atributos que la llevaron a incursionar como modelo y luego en cine y televisión junto a destacados capocómicos del momento como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Mario Sapag, Tristán, Rolo Puente, Berugo Carámbula y Juan Carlos Calabró.
Fue una de las gatitas de Porcel?, protagonizó varias tapas en la revista Playboy y siempre mantuvo su imagen con el mismo look: cabello enrulado, labios prominentes y el delineado clásico de ojos que marcó un estilo.
En la pantalla chica, conquistó al gran público con su personaje de psicóloga sexy en la serie de Telefe Brigada Cola, que se emitió entre 1992 y 1994 y en la que trabajó junto a junto a Guillermo Francella, Fernando Lúpiz y un gran elenco. Allí personificaba a la sensual Doctora Guinda. En teatro, a la vez, se destacó como primera vedette en numerosas obras musicales y, como dato curioso, fue una gran amiga de famosos como Ricardo Fort y Raquel Mancini.
Una vez que estuvo en la cima de su carrera y el éxito golpeaba su puerta, de a poco la actriz se fue retirando del medio. Comenzó a hacer apariciones cada vez más esporádicas en la televisión (la última fue en 2005 en Casados con hijos) y prefirió priorizar la maternidad de su única hija: Giuliana, quien ya es una adulta que se recibió de médica y le va muy bien en su profesión. Mónica y Giuliana son súper unidas, viven juntas y se llevan muy bien.
Con el tiempo también trascendió que uno de los motivos por los que habría dado un paso al costado en su carrera artística habría sido un problema de salud. Si bien nunca se dijo públicamente qué enfermedad sufría, sí se supo que le impedía moverse libremente y por eso debió ser intervenida. Los resultados no habrían sido los esperados y esto habría complicado su cotidiano hasta en las tareas más simples, por lo cual debió replantear la actividad del día a día hasta que mejoró poco a poco.
Dueña de un bajísimo perfil, poco se supo de la artista en los últimos años debido a que cultivó un acérrimo anonimato y aunque sus vecinos del barrio de Palermo la saludan y la reconocen cuando se la cruzan por el barrio, Mónica prefiere pasar inadvertida. Actualmente, tiene 62 años y luce tan bella como siempre.
Reacia a las redes sociales, tiene una cuenta de Instagram en la que publica pocas fotos suyas: la mayoría son de artistas de Hollywood, de sus mascotas, de sus seres más queridos y alguna que otra puede ser de ella, pero son muy pocas. Durante la pandemia, compartió una imagen en la que se la ve en un vacunatorio aplicándose la vacuna contra el coronavirus.
Sobre su alejamiento de los medios, Guido habló una sola vez, hace ya un tiempo largo, y sostuvo: «Estoy borrada. No sé si hago mal, ya está. Todos tenemos una etapa, hoy estoy feliz con mi hija y con los perros. No tengo intenciones de volver, aunque si es algo lindo capaz que sí”. Comentó que le encantaría volver a hacer teatro si le divierte la propuesta. Y esa sería una linda oportunidad para reencontrarse con el público que tanto la quiso y la admiró allá por los 80 y 90. ¡Ojalá suceda!
Fuente: Pronto