El juicio contra las acusadas por el crimen del pequeño Lucio Dupuy, Magdalena Espósito Valenti y Abigail Paéz, tuvo su inicio este jueves 10 de noviembre. Las mujeres procesadas enfrentan los cargos de «homicidio calificado», abuso sexual y maltrato crónico», y en las últimas horas se revelaron audios de sus teléfonos celulares con mensajes escalofriantes que evidencian el calvario que vivió el nene de 5 años.
Tanto Valenti, la madre de Lucio; como su pareja, Paez; se negaron a declarar en el comienzo del juicio. Pablo Andrés De Biasi, quien representa a la madre del niño asesinado, negó en su alegato la acusación fiscal sobre su defendida, y dijo ante los jueces que «hay dudas razonables” para poder probar los hechos y reiteró que Lucio ya venía sufriendo agresiones por parte de la familia paterna.
Sin embargo, los fiscales de la causa Máximo Paulucci, Walter Martos, Verónica Silvana Ferrero y María Mónica Rivero, presentaron pruebas concretas y específicas que se extrajo de los teléfonos celulares de las inculpadas que detallan los «castigos inhumanos a los que era sometido el niño”.
Los interventores en la causa trasladaron los audios de forma explicativa de forma en el que se pueda traducir el drama del pequeño en manos de su madre y la pareja de la misma. “Le ponían hielo para que se le deshincharan los golpes de la cabeza”, exclamaron los investigadores, con el fin de neutralizar los golpes y así «tapar» las secuelas de los intensos impactos.
Según la reconstrucción de los fiscales, el pequeño de 5 años disfrutaba de ir al jardín para jugar con sus compañeros. Por ende, las mujeres lo golpeaban para brindarle un «castigo» por el gusto del niño. Aún así, en reiteradas veces el pequeño era amenazado para que no las acuse con sus maestras, aunque los golpes eran cada vez más visibles.
Entre otros mensajes, los fiscales revelaron que Lucio Dupuy sufría golpes de puño en la panza, falta de alimento, torturas relacionadas a la falta de abrigos para castigarlo con el frío, entre otras formas de martirio. Por ende, tanto los investigadores como la familia querellante pidieron sumar a la provisoria condena el agravante del «odio de género».
El crimen que salió a la luz el 26 de noviembre, del año pasado, paralizó a La Pampa y conmovió a todo el país. Los denunciadores acusan a Valenti y Paéz de un crimen de odio al género masculino producto de las constantes lesiones en la zona genital del pequeño.
El abogado del padre de Lucio Dupuy, Manuel Aguerrido, no pudo contener las lágrimas y se quebró al ser consultado sobre los resultados estremecedores que arrojó la autopsia. «Nunca vi algo así», dijo el letrado, mientras le pedía perdón a la prensa por no poder hablar del tema. En esa línea, pidió que las acusadas tengan un castigo de cadena perpetua.
Aguerrido también pidió “investigar a los responsables del área de salud» que no notificaron a las autoridades sobre los traumas previos por los que había sido atendido el niño.
El pequeño murió horas después de ser trasladado al Hospital Evita de Santa Rosa, con un cuadro de salud severo a raíz de la golpiza recibida. Este viernes declaró como testigo el hombre que llevó al menor junto a Paez. En esa Línea, el atestiguante sostuvo que trató de reanimarlo porque no respiraba.
Cuando el hombre le preguntó a Paez por el motivo del estado de salud del niño, Paez inventó que le habían entrado a robar a la casa donde ella vivía con Valenti, y que los delincuentes fueron quienes lo habían golpeado a Lucio. Otro de los vecinos declararon que habían escuchado música en volumen muy alto desde la vivienda de las imputadas para tapar los gritos del pequeño ante semejante acto de brutalidad.
Fuente: Crónica
