Tras el hallazgo, ayer por la tarde, del cuerpo sin vida de Héctor Dionisio Aguilar (ver aparte), aún hay personas que son buscadas por estos días en nuestro departamento. Un probable homicidio violento, un posible suicidio y una desaparición más que misteriosa han llevado a que familiares y autoridades se encuentren en la búsqueda de dos hombres y una mujer.
Silvia Chávez
Cronológicamente, el caso más antiguo es el de Silvia Chávez, la enfermera jubilada de 72 años que desapareció hace justamente un año de su domicilio de calle Ecuador al 1620. Por estos días, los ex inquilinos de la septuagenaria, Mauricio Albornoz y su pareja, Carina Domínguez, son los apuntados por la justicia como autores de la ausencia –y posible homicidio- de Chávez. De hecho, ambos permanecen en prisión preventiva a la espera de la realización del debate.
En tanto, la investigación continúa recolectando pruebas. Los restos hallados meses atrás en un descampado de la calle Tulio Angrimán aún son objeto de pericias para determinar si pertenecen al cuerpo de la presunta víctima.
Humberto Rodríguez
El martes 10 de enero pasado, Humberto Rodríguez (71) concurrió al casino de nuestra ciudad en horas de la mañana –después de cobrar su jubilación- y se mantuvo allí hasta entrada la madrugada del día siguiente. Tras ello, habría abordado un colectivo que lo llevó hasta El Nihuil, su lugar de residencia habitual. De hecho, uno de sus hijos lo vio durmiendo durante la mañana del miércoles 11. Ese fue el último contacto que tuvo un allegado a Rodríguez con él. A partir de entonces, su paradero es solo dudas.
En estos seis meses, se han determinado varios operativos policiales para dar con el septuagenario, incluso personal de canes, efectivos con drones y de la Montada han recorrido parte del distrito mencionado, pero todos han concluido sin noticias del destino del hombre.
Juan Alberto Alonso
Alonso, de 61 años, falta de sus lugares habituales de asistencia desde el 5 de abril pasado y las circunstancias de su ausencia son aún un misterio. Lo que tienen confirmado los investigadores es que un utilitario Ranault Duster de su propiedad fue hallado en cercanías del dique Agua del Toro con las llaves puestas y efectos personales (teléfono celular, documentación, etc.) dentro, y que en el domicilio que el hombre habitaba –en Avenida del Trabajo al 2000- un registro policial encontró las llaves del inmueble en una ventana y, en el interior de la casa, papeles con inscripciones que aún son objeto de pericias pero que estarían destinadas a familiares. Sus allegados manifestaron que Juan padecía patologías psicológicas y podría haber atentado contra su vida. Sin embargo, nada está confirmado.
