Barcos de la Armada sacaron a cientos de personas varadas en playas y las autoridades pidieron el viernes a miles más que se marchen antes de una nueva jornada con altas temperaturas y fuertes vientos que se espera que agrave los ya devastadores incendios que queman Australia.
Alrededor de 500 millones de pájaros, reptiles y mamíferos podrían haber muerto solo en Nueva Gales, explicó Chris Dickman, un ambientalista de la Universidad de Sydney.
El humo de los incendios ha empeorado la calidad del aire y, en los lugares más castigados, oscureció el cielo en pleno día. El sector agrícola también sufrió pérdidas incalculables. Además de la muerte de cabezas de ganado, los agricultores tienen problemas para alimentar a sus animales, apuntó la ministra de Agricultura, Bridget McKenzie.
En el estado de Victoria, su primer ministro, Daniel Andrews, declaró una situación de desastre en gran parte de la zona oriental, lo que permitió al gobierno ordenar la evacuación de una zona con hasta 140.000 residentes estables y decenas de miles de turistas más.