Los hechos muestran que el avión estuvo 48 horas en territorio nacional bajo estrecha reserva, luego que el gobierno uruguayo le impidiera a su tripulación recargar combustible, una situación de cierre de cielos adoptada por varias administraciones de la región que fueron alertadas por distintas agencias de inteligencia del vuelo venezolano-iraní.
A pesar de la alerta más sensible que llegó desde las oficinas gubernamentales de Asunción, Paraguay, el gobierno argentino permitió que la nave saliera del país de manera infructuosa por la actitud resuelta del gobierno uruguayo.
Catorce tripulantes venezolanos y cinco iraníes para un avión de carga que transportó al país 47.822 kilos de autopartes para la empresa SAS Automotriz Argentina, proveedora de Volkswagen, además de 8.000 kilos registrados por la compañía norteamericana de aviación Skylease, con sede en Miami y oficinas en Greensboro, Carolina del Norte.
Una versión acerca de los hechos
Una presunción que tiene sus fundamentos en los periplos del avión y su tripulación en cuestión por distintas capitales y ciudades latinoamericanas donde la diplomacia venezolana-iraní, que han firmado un pacto que podría considerarse como de “relaciones carnales”, intenta extender su área de influencia en detrimento de los lazos tradicionales de la región con los Estados Unidos.
Fuente: Diario 26