Diego Armando Maradona es velado desde las 6.13 en la Casa Rosada, que abrió sus puertas al público general, luego de una despedida de su círculo más íntimo que se extendió durante toda la madrugada, con la presencia de su exesposa Claudia Villafañe con sus hijas Dalma y Giannina, entre otros, mientras una multitud aguardaba en la Plaza de Mayo.
El féretro del 10 presenta algunas particularidades: es cerrado al público -a diferencia de lo que fue la ceremonia íntima-, tiene una bandera argentina y dos camisetas, una albiceleste con la número 10 y otra de Boca.
Las personas que pasaron por varios filtros de seguridad antes de ingresar al recinto y tuvieron muy pocos segundos para mirar por última vez a Pelusa. Aplausos, lágrimas y «gracias Diego» fue el denominador común de una de las mañanas más tristes para el mundo deportivo.
También se han arrojado rosarios, flores y camisetas, que fueron acomodadas a un costado de donde descansa el cuerpo de Maradona por el personal de seguridad. Incluso, para calmar la ansiedad de los que esperan afuera, la Casa Rosada desplegó en su fachada una pantalla para mostrar el interior del recinto.
