El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, convirtió la ceremonia central por el bicentenario de la Independencia en un acto de campaña donde disparó críticas contra la Corte Suprema, su adversario rival en los comicios generales del 2 de octubre, Lula, la ideología de género y la legalización del aborto, a la vez que avisó que si resulta reelecto «pondrá a todos los que estuvieran fuera de las líneas constitucionales a jugar dentro de ellas».
En un encendido discurso ante miles de simpatizantes congregados en Brasilia, donde encabezó un desfile cívico-militar, les pegó a sus «enemigos» preferidos. Sobre el máximo tribunal, sembró dudas al señalar: «Todos sabemos lo que es». Lo hizo desde un camión con parlantes estacionado en la principal avenida capitalina -justamente ordenó que este tipo de vehículos pudieran ingresar pese a que el paso fue prohibido por la gobernación local que alegó razones de seguridad-.
Luego de su frase, el público comenzó a abuchear al Supremo mientras la gente enarbolaba carteles denostando al magistrado Alexandre de Moraes. La policía reforzó la custodia en el palacio judicial y algunos jueces, precavidos, abandonaron Brasilia.
«La voluntad del pueblo se hará presente el 2 de octubre, vamos todos a votar en unos comicios donde se enfrentarán el bien contra el mal, el mal que perduró durante 14 años y casi rompe el país; ahora pretenden retornar a la escena del crimen, pero no volverán», arengó con tono proselitista.
«Nuestra patria mayoritamente cristiana -subrayó- no quiere la ideología de género, la legalización del aborto, las drogas».
El dignatario observó el paso de militares y civiles de pie en el palco junto a la primera dama Michelle y el empresario Luciano Hang, que semanas atrás tuvo sus oficinas allanadas en un operativo ordenado por el Supremo
INEFABLE
En otro tramo de su mensaje -duró apenas 11 minutos-, instó a sus seguidores a convencer a sus contrincantes «mostrándoles lo que es mejor para Brasil», para lo cual trazó una comparación entre su esposa, a la que calificó calificó de «princesa» y Rosángela da Silva, la flamante cónyuge del líder petista.
«Ella me mantiene siempre erecto», disparó mientras besaba a Michelle y antes de exhortar a los solteros a «casarse con una princesa para ser más felices».
EN RIO
Bolsonaro viajó por la tarde a Río de Janeiro, donde pronunció un discurso en un camión similar a los utilizados en los carnavales, los «tríos eléctricos», el cual fue alquilado por el pastor evangelista Silas Malafaia.
Previamenrte, recorrió parte de la Ciudad Maravillosa junto a motociclistas en una de sus tradicionales «motociatas».
El acto se desarrolló en la playa de Copacabana, frente a la cual fueron fondeadas naves de la Marina, hubo tropas del Ejército y se realizó un sobrevuelo de aviones.
Desde la opisición, encabezados por Lula, cuestionaron al presidente por haber transformado lo que debío ser un día de unidad en un mitin de campaña.
