El exprimer ministro británico Boris Johnson, derrocado por escándalos éticos hace apenas tres meses, compitió para regresar el viernes como uno de varios contendientes que buscan reemplazar a Liz Truss, cuya rápida caída provocó el caos en el liderazgo del país. una época de graves desafíos económicos.
El gobernante Partido Conservador ha ordenado una carrera a la velocidad del rayo que apunta a instalar un nuevo primer ministro dentro de una semana. La incertidumbre sobre el liderazgo llega en un momento de débil crecimiento económico y cuando millones luchan con mayores costos de endeudamiento y aumento de los precios de comestibles, combustible y otros artículos básicos . Una creciente ola de huelgas de trabajadores de trenes y correos, abogados y otros ha revelado un creciente descontento a medida que se avecina una recesión .
Johnson no ha declarado que se postulará, pero un aliado político que habló con él le dijo a Sky News que está «dispuesto a hacerlo» y que los corredores de apuestas lo han convertido en uno de los favoritos para ganar el concurso, un reflejo del desorden en el partido. elige a su tercer primer ministro este año. Sería una recuperación asombrosa para una figura polarizada expulsada por una serie de escándalos éticos.
Truss renunció el jueves después de 45 días turbulentos, admitiendo que no podía cumplir con su paquete económico de reducción de impuestos, que tuvo que abandonar después de que causó turbulencias en los mercados financieros.
La líder de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt, fue la primera candidata en declarar que se postula para reemplazar a Truss y dijo en un tuit que representaba «un nuevo comienzo». El reservista de la Royal Navy de 49 años que habla con franqueza y que se desempeñó brevemente como secretario de defensa del Reino Unido en 2019, es el tercer favorito de los corredores de apuestas. Relativamente poco conocida por el público, fuera de los círculos conservadores sigue siendo mejor conocida por aparecer en el programa de telerrealidad de buceo de 2014 “Splash!”
Liderando el grupo en el apoyo de los legisladores, aunque aún no lo ha declarado, está el exjefe del Tesoro, Rishi Sunak, quien anteriormente fue subcampeón de Truss. Sunak, de 42 años, había advertido repetidamente a los conservadores que los planes de reducción de impuestos de Truss serían desastrosos, como resultó ser el caso. Los partidarios del ex administrador de fondos de cobertura lo consideran una mano firme para una economía en crisis.
El secretario de Defensa Popular, Ben Wallace, quien fue promocionado como un posible contendiente, se descartó de la carrera el viernes.
El comodín es Johnson, quien fue obligado a dejar el cargo en julio y aún enfrenta una investigación sobre si mintió al Parlamento mientras estaba en el cargo que podría conducir a su suspensión como legislador.
Sus aliados en el Parlamento están trabajando para reunir apoyo para la campaña «Estoy apoyando a Boris». Uno de ellos, el legislador James Duddridge, le dijo a Sky News que el ex primer ministro regresaría de unas vacaciones en el Caribe para participar en la carrera por el liderazgo y que estaba “dispuesto a hacerlo”.
Johnson, de 58 años, todavía es adorado por algunos conservadores como un ganador de votos con un raro toque común que llevó al partido a una gran victoria electoral en 2019. Es más popular entre las bases del partido que entre los legisladores, y algunos lo critican por el caos y el escándalo que empañaron su mandato.
“Tener un ganador es lo que el partido necesita para sobrevivir”, dijo Nadine Dorries, aliada de Johnson, a Sky News.
Johnson pudo ignorar los errores que habrían hundido a muchos políticos. Sobrevivió incluso después de que la policía lo multara por asistir a una de una serie de fiestas ilegales en edificios gubernamentales mientras el Reino Unido estaba cerrado durante la pandemia de coronavirus.
Finalmente renunció después de un escándalo de más. Ese incidente involucró el nombramiento de un político que había sido acusado de conducta sexual inapropiada, lo que provocó un éxodo de decenas de miembros de su gobierno.
Se fue a regañadientes, calificó la decisión de expulsarlo de “excéntrica” y terminó su última aparición en el Parlamento con las palabras: “Hasta la vista, bebé”.
El exlíder conservador Michael Howard imploró al partido que no volviera al “psicodrama” de la era Johnson. “Tuvo su oportunidad, y no funcionó”, dijo Howard. Algunos legisladores conservadores incluso han amenazado con dejar el partido si Johnson regresa como líder.
