.La familia del empresario asesinado la tarde de este jueves en Guaymallén evidenció su dolor en la escena una vez que le informaron sobre el hecho de inseguridad. “No se lo merecía”, expresaron en medio de signos de impotencia y resignación.
Minutos después del hecho de inseguridad, los detectives identificaron a la víctima. Tenía 49 años y se llamaba Emilio Giménez. Era padre de dos hijos, una niña de 15 años y un varon de 11.
Reunidos cerca del personal policial que trabajaba sobre el vehículo donde quedó el cuerpo, los allegados al empresario se juntaron y comenzaron a llorar mientras se fundían en abrazos.
La reconstrucción del hecho sostiene que sucedió a las 17. Previamente, Giménez había estado en un cumpleaños de un conocido que vende verduras en la Feria de Guaymallén, donde se movía diariamente. «Me voy porque no quiero se me haga tarde», le dijo a la gente que se encontraba en el festejo.
Decidió irse a su casa de calle Bandera de Los Andes cuando dos vehículos de alta gama (uno con pedido de secuestro por robo) le frenaron el paso en la zona de calles Quintana y Newbery, en Villa Nueva.
Giménez, que estaba al mando de una Amarok V6 blanca, impactó de atrás a uno de los rodados –una camioneta Toyota que quedó en la escena– e hizo marcha atrás para evitar el ataque. En esa maniobra, impactó contra una vivienda.
De acuerdo con los testigos que hablaron con El Sol, en ese momento se produjo el disparo. El plomo lo recibió en el pecho y dejó de existir a los pocos minutos. Hubo llamados al 911 y personal policial llegó hasta la escena.
Efectivos de Investigaciones iniciaron los trabajos y el fiscal Carlos Torres se hizo cargo de la causa.
Fuente: El sol
