Un ciudadano venezolano y cuatro argentinos fueron detenidos en el barrio porteño de Parque Patricios a bordo del auto que era buscado por el ataque al hombre que quedó parapléjico, tras ser baleado frente a su hija en el shopping Soleil de San Isidro, y que, además, tenía pedido de secuestro en la causa de los «robaturistas» que asesinaron a un inglés en Puerto Madero.
El venezolano detenido es el dueño de un auto Chevrolet Prisma -secuestrado en el operativo-, que fue utilizado por los autores del asalto en el que fue baleado Sebastián Domínguez (35 años) en el estacionamiento del shopping el miércoles 5 de febrero.
Un Prisma negro con esa misma patente quedó registrado por los videos de las cámaras de seguridad como el vehículo en el que huyeron del shopping Soleil los autores del balazo que lesionó a Domínguez. Pero, además, el mismo vehículo tenía pedido de secuestro por varias causas, entre ellas, la de la banda de los «robaturistas» que asesinó al inglés Matthew Gibbard e hirió a su hijo el 14 de diciembre cuando se resistieron a un asalto en la puerta del hotel Faena en Puerto Madero.
Lo marcaron en el shopping
Los cinco detenidos son el dueño del vehículo, un venezolano identificado como Samuel Zerpa Meneses (20), y cuatro argentinos que los acompañaban, dos hombres y dos mujeres.
La hipótesis en la que trabajan el fiscal Szyldergemejn y los detectives de la DDI de San Isidro es que Domínguez pudo haber sido «marcado» en el interior del shopping por la cadena, pulsera y anillos de oro que llevaba colocados y que, por eso, lo abordaron en el estacionamiento.
Domínguez -quien tiene domicilio en Moreno, trabaja como encargado en una fábrica textil y se encuentra internado en el Hospital de San Isidro- fue baleado el miércoles cinco de febrero a las 20:20, en el estacionamiento del shopping Soleil.
La víctima había ido a ese centro comercial a comprarle un regalo a su padre. Cuando caminaba por el estacionamiento junto a su hija de 10 años, de regreso hacia su auto, donde lo esperaban su hermana y otro hijo de cuatro años, fue abordado por un ladrón que le arrancó una cadena de oro y le disparó, generandole una lesión que lo postrará de por vida.
Sebastián Domínguez trabaja como encargado en una fábrica textil en la zona de Moreno, al oeste del conurbano bonaerense, en donde vive con su familia. Ahora pelea por su vida.
Fuente: La Mañana de Neuquén