Un mecánico, de 47 años, fue robado y torturado por tres delincuentes durante más de dos horas dentro de su propia casa. La víctima contó que fue golpeado, asfixiado y amenazado con ser quemado con la plancha mientras los ladrones tomaban champagne.

Una vez que encontraron el botín que la víctima tenía ahorrada, la cual prefirió no precisar el afectado, los ladrones se fugaron en silencio y sin demasiado apuro. En tanto, el mecánico, que además de los golpes recibió seis puntazos con una cuchilla y un par de golpes con las culatas de las armas, debió recibir asistencia médica en el Hospital Gandulfo.
La víctima sostuvo que los malvivientes parecían tener experiencia en la materia y realizaron el golpe bien equipados. De hecho, una de las primeras exigencias que le hicieron fue el pedido del equipo de sistema DVR de las cámaras de seguridad instaladas dentro del domicilio. «Tenían de todo. Estaban bien entrenados, quizás más que la Policía porque pegaron un salto, subieron al techo, saltaron a la baranda del balcón y ahí, se mandaron al living. Se movían muy bien», explicó.
En tanto, el mecánico afirmó que a lo largo de las tres horas, los delincuentes le repitieron una y otra vez que no se le ocurra hacer la denuncia: «Me lo dijeron muchísimas veces. ‘Lo único que te digo es que no llames a la Policía. Sabemos dónde vivís y te vamos a matar. Yo solo te digo que si querés vivir tranquilo, no llames a la Policía’». Aún así, el hombre decidió hacer la denuncia más de 24 horas después del hecho.