Un joven de 20 años, que esperaba el colectivo junto a su novia, fue abordado por tres personas, quienes se abalanzaron sobre él, sin mediar mayores palabras, y uno de ellos le enterró un cuchillo en el pecho, matándolo. La víctima se llamaba Blas Bogado y su asesino, de apenas 18 años, fue motivado a cometer el crimen por venganza.
Fue la chica quien advirtió en primera instancia que los estaban encarando a ellos y creyó que se trataba de un robo, de uno de los tantos que hay en la zona (Monte Chingolo, partido bonaerense de Lanús). Ofreció de inmediato darles las mochilas para que se fueran. Los tres jóvenes sujetos las tomaron y se las llevaron, pero uno de ellos, además, se llevó la vida de Blas, al clavarle el puñal en el corazón. “Dale más fuerte que es el que mató a tu hermano”, oyó su novia la arenga de los otros dos.
Unos minutos después del incidente, en la misma parada de colectivos donde Blas se desangraba, bajó del colectivo su papá, que volvía de trabajar. Mientras esperaban la ambulancia, el hombre oprimió el pecho de su hijo, tratando de salvarlo, pero lamentablemente no fue posible y el chico falleció en sus brazos.
El intento de robo en su casa de Monte Chingolo, Buenos Aires, fue hace cuatro años. El juez consideró que mató en legítima defensa y lo exculpó. Ahora, en venganza, lo mataron a él.
El asesino salió de un correccional
El joven asesino fue señalado por los vecinos que estaban en la zona y la policía logró capturarlo. Más allá de lo que pueda ocurrir con esta causa, lo más triste es que este adolescente acababa de salir libre de un instituto correccional de menores, donde había pasado el último tiempo detenido, acusado por robos varios. Fue ahí, en el supuesto “reformatorio”, donde planeó su venganza contra el chico que había matado a su hermano ladrón. Ahora la familia de Blas, su novia y sus amigos, lo lloran y piden justicia.
Fuente: La mañana de Neuquén