Cada 2 de mayo se conmemora el Día Internacional contra el Acoso Escolar. Una fecha que busca visibilizar la problemática y generar conciencia sobre la importancia de fortalecer buenos tratos en la escuela.
Son muchos los niños, niñas y adolescentes que a diario sufren bullying o acoso escolar en todo el mundo. Mendoza no se queda atrás de ese panorama y las autoridades de la Dirección General de Escuelas (DGE) están trabajando en una estrategia para dejar de llegar “siempre tarde”.
En los últimos años, los índices han crecido considerablemente. Según los datos oficiales, en el 2021 se registraron 110 casos, en el 2022 los casos ascendieron a 332 y en el 2023 la cifra llegó a 411 casos. Es decir que, en dos años los hechos subieron 273,6%.
Carina Gannam, actual titular de la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE) expresó: “Los episodios van en ascenso y un dato que no es menor es que en el 56% de los casos se percibió violencia intrafamiliar, por lo que el foco de esta gestión estará puesto en la participación activa de la familia”.
Mucho más que un abordaje escolar
El acoso escolar es una conducta agresiva, intencional y prolongada en el tiempo de maltrato, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresión física de uno o varios estudiante/s hacia otro/s que se convierte en blanco de sucesivos ataques, y que conforman hechos que se sostienen ante la presencia de testigos que no alertan activamente ese maltrato.
En Mendoza, esta realidad está en auge y la manera de frenarla, o al menos reducir los casos, será involucrando no sólo a los docentes sino también a la familia. El rol de la familia será crucial para detectar casos.
Durante el discurso en la Apertura de Sesiones Ordinarias, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, destacó que “el trabajo con las infancias, adolescencias y juventudes tendrá una marcada impronta territorial, fortaleciendo la corresponsabilidad institucional, familiar y comunitaria en materia de protección y garantía de derechos de niños, niñas y adolescentes de nuestra Provincia”.
En esa línea, Gannam, sucesora de Miguel Conocente, aseguró que su trabajo se focalizará en la promoción y la prevención en temas de salud mental.
“El foco debe estar puesto en la familia como primer agente de socialización, la escuela también, fortaleciendo más que nada la palabra, el diálogo y que los niños y adolescentes puedan tener esos espacios de expresión y un vínculo fuerte con algún referente familiar o en la institución educativa a la que asiste”, sostuvo la funcionaria.
En qué consistirá el trabajo de prevención
Gannam se ha propuesto durante su gestión visibilizar el rol de la Doaite y posicionarla como herramienta para la familia, los niños y adolescentes.
“No quiero ser la ambulancia que llega cuando el enfermo está sangrando. Mi percepción es que estamos llegando tarde, estamos llegando cuando la situación está instalada y las cosas van a cambiar”, dijo la funcionaria.
Frente a esto, el trabajo que se realizará consistirá en detectar los casos potencialmente de riesgo antes para que no terminen “en el llamado de la ambulancia”.
“El mensaje que le he transmitido a los casi 400 profesionales que hay en toda la provincia es que abandonen los escritorios y las oficinas y vayan a las escuelas. Apuesto a la presencialidad. El eje de esta gestión estará puesta en la cobertura y presencialidad, es decir, de 8 a 18, los profesionales tienen que estar trabajando en las escuelas”, sentenció.
Además, se realizará un trabajo de investigación para los casos graves, muchos de ellos ligados al suicidio, cuya tasa es elevada.
“Vamos a determinarlo de manera cuantitativa y cualitativa, es decir, por qué está sucediendo, cuáles son las causas. Ahí nuevamente entra en juego la familia, los pares y los docentes”, contó la profesional.
El mayor abordaje se dará en el nivel Inicial y Primaria, para que las problemáticas no se arrastren a los niveles más elevados y allí sea más complejo su tratamiento. Para ello se ofrecerán capacitaciones, jornadas, talleres destinadas no sólo a los maestros, sino también a las familias y a los alumnos.
Signos de alarma y trabajo en campo
Para poder trabajar en conjunto, desde la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE) dieron a conocer una serie de signos de alarma que pueden ayudar a detectar si algún niño o adolescente se encuentra sufriendo acoso escolar. Entre ellos figuran:
- Moretones, rasguños o marcas físicas recurrentes que no tienen explicación.
- Miedo a ir a la escuela.
- Ansiedad.
- Pocos vínculos significativos o poco duraderos.
- Empeora su rendimiento académico.
- Busca estar cerca de los adultos.
- Presenta frecuentes dolores de cabeza o molestias físicas.
- Está agresivo o tiene arrebatos de ira.
Fuente: El Sol
