Sandro, un oyente de FM Vos (94.5) y lector del diario de los sanrafaelinos, se encuentra atravesando una situación sanitaria compleja, por lo que dialogó con estos medios su esposa, Noelia Del Pozzi, quien se refirió al tema. Es que si bien no ve de un ojo, tiene grandes dificultades con el otro y problemas cardíacos, desde el Estado no le dan ninguna respuesta al pretender adquirir un certificado de discapacidad.
Hace dos años, Sandro tuvo infartos que produjeron un deterioro de su corazón, a lo que hay que sumarle que desde los 33 años sufre de diabetes, enfermedad que ha ido deteriorándole la vista con el correr del tiempo, provocándole la pérdida de la visión en uno de sus ojos y serias dificultades en el otro. El año pasado le colocaron un aceite, pero producto de la pandemia aún no se lo han podido sacar. “Empezamos a hacer los trámites para una pensión, tenía turno el 20 de marzo, para la cual nos presentamos pero nos dijeron que por la pandemia se restringía, no se iba a atender a las personas y que nos iban a llamar (todavía estamos esperando). Hice el reclamo tres veces en Anses y me mandaron a Desarrollo Social; en Desarrollo Social dicen que ellos no tienen nada que ver, que lo hace Anses; vuelvo a Anses y me dicen que no, que eso no lo hacen ellos o que me metiera por la página virtual; metí los papeles, no tengo respuesta y no sé cómo hacer”, dijo y agregó que “nunca atienden los chichos de Anses, siempre atiende el de seguridad (no tengo nada contra él porque lo respeto, es su trabajo), pero nunca atiende alguien que sea de Anses; nosotros tenemos todos los papeles para que le den a él una pensión, está con discapacidad”. Justamente, quienes han hablado con ellos les dicen que “con un solo ojo no alcanza para que sea una discapacidad”, sin embargo Sandro es camionero desde los 18 años y justamente, por la falta de un ojo no le renuevan la licencia de conducir lo que le impide trabajar. Hasta el momento en su hogar, dependen de medios poco estables para generar ingresos económicos.
“Me dicen que las jubilaciones no tienen patrocinador, no tienen quién los avale; yo creí que era el Estado, pero se ve que estaba equivocada”, expresó.
Noelia aseguró que en cada oportunidad que fue a presentar quejas en Anses, pudo comprobar que la suya no es la única familia que está en una situación de estas características.