Varias jornadas de violencia de vienen desarrollando en los últimos días en el seno de la isla del río Diamante. A pesar de la nula información obtenida de parte del Ministerio de Seguridad, Diario San Rafael pudo reconstruir al menos en parte la problemática que se vive en la populosa barriada del sur de nuestra ciudad y que ha derivado en enfrentamientos entre vecinos y con la policía.
Las controversias no son nuevas y tendrían su origen en el malvivir de un par de familias que habitan en la zona y que han generado más de un conflicto vecinal. En concreto, gran parte de los vecinos de “la Isla” señala a “los Carmona y los Maidana” como los autores de las más diversas tropelías y delitos, fuera del barrio y dentro de él.
Ante ello, cada vez son más las voces que se alzan en reclamo de que dichos grupos familiares abandonen el lugar, a lo que éstos se oponen. Así, son incontables las peleas, ajustes de cuenta, idas y vueltas, entre los señalados y otros integrantes del barrio.
Sin embargo, en las últimas horas, la situación ha recrudecido a límites preocupantes. Según el testimonio de gente que vive en el lugar, “guerras de ladrillazos” se han desatado entre las partes en puga y se han llegado a incendiar dos viviendas.
La policía concurre asiduamente al barrio ante el llamado de los vecinos que denuncian las reyertas y, muchas veces, los efectivos son agredidos. De hecho, esta semana un efectivo debió ser internado después de ser “noqueado” por un ladrillazo que le impactó en la cabeza en medio de un operativo.
Vecinos del barrio llevaron adelante en las últimas horas varios cortes de calles en pos de visibilizar la problemática. El más evidente fue el montado sobre la avenida Balloffet en horas de la tarde, que derivó en una amplia congestión vehicular. La protesta se mantuvo por varios minutos, hasta que la policía convenció a los manifestantes de levantarlo.
Ya caída la noche en San Rafael, la mayoría de los consultados por este medio se animaron a vaticinar “otra noche movida”, con más agresiones y peleas. Denuncian dos casas incendiadas donde actúan dotaciones de bomberos y un camión de bomberos voluntarios de Rama Caída.
En medio de todo, la imposibilidad de obtener información fidedigna: de un tiempo a esta parte, los jefes policiales no están autorizados a brindar información y los comunicados oficiales son por demás incompletos. Lo que está claro es que el conflicto ha estallado y es muy difícil de esconder.







