Una banda de delincuentes mendocinos quedó en la mira a fines de noviembre por el crimen de César Javier Martínez (29), el empleado de una distribuidora que fue ultimado durante un asalto en Jujuy.
En los últimos días, uno de los sospechosos, identificado como Lucas Matías Gringo Méndez (35), fue capturado por policías de Investigaciones de Mendoza, que trabajaron en colaboración con sus pares jujeños.
Este lunes, otro de los presuntos miembros de organización que perpetró el asesinato fue capturado por los detectives locales en Maipú. El sujeto fue identificado como Diego Sebastián Estrella Suárez, de 42 años.
Los sabuesos mendocinos lo atraparon durante un procedimiento en el barrio Soberanía Argentina, localizado en la zona de la triple frontera entre Godoy Cruz, Luján y el citado departamento.
Estrella se había ocultado en la casa de su pareja, localizada en la manzana A de ese complejo, señalaron fuentes policiales.
Fue trasladado a la Comisaría 47ª, donde quedará alojado a la espera de que una comisión de efectivos de la División Homicidios de Jujuy lo traslade hacia esa provincia.
Por su parte, trascendió que el jueves otro de los buscados por el crimen de Martínez se dio a la fuga cuando iba a ser imputado por una causa de robo en el Polo Judicial Penal.
Al parecer, el individuo, identificado como Emiliano Damián Varas Romero (32), pidió permiso para ir al baño y jamás regresó. Luego de eso, las autoridades verificaron que tenía pedido de captura por el hecho de sangre ocurrido en el norte.
El crimen en la distribuidora
Fue el sábado 19 de noviembre, alrededor de las 14, cuando un llamado al 911 alertó sobre un violento golpe en la Distribuidora Almirante Brown, localizada en calle Puya Puya del barrio San Pedrito, en San Salvador de Jujuy.
La información agregaba que eran dos delincuentes los que estaban perpetrando el asalto, uno de los cuales iba vestido de mujer -con zapatos de tacón y peluca-, mientras que el otro sospechoso llevaba una gorra y camisa celeste.
Aparentemente, esos dos individuos irrumpieron armados en el lugar y amenazaron a tres empleados que estaban a cargo del área de mantenimiento y la conducción de los camiones que distribuían productos lácteos.
Los trabajadores se resistieron al accionar de los malvivientes y uno de ellos disparó varias veces la pistola calibre 22 que portaba. Eso provocó que uno de los proyectiles le impactara en la cabeza a Martínez, mientras que un compañero suyo fue alcanzado por dos plomos en las piernas.
Ante esa situación, los delincuentes desistieron del robo y se dieron a la fuga corriendo. A los pocos metros, sustrajeron la Ford EcoSport de un vecino y condujeron por unas 10 cuadras, donde los esperaba un tercer cómplice en un Volkswagen Vento.
Por su lado, Martínez fue hospitalizado en grave estado y estuvo internado hasta el día siguiente, cuando falleció.
Fuente: El Sol
