El extraño y preocupante caso de la enfermera jubilada Silvia Zulema Chávez (72), que desapareció de sus lugares habituales de concurrencia el 19 de julio último, tuvo en las últimas horas algunas novedades relevantes.
En primer término, y en las últimas horas del jueves, la policía aprehendió a un hombre que, meses atrás, le había alquilado a Chávez un departamento y con el cual no había finalizado en buenos términos esa relación contractual. También quedó aprehendida la mujer del sujeto y se espera que por estas horas el fiscal Javier Giaroli defina su situación procesal. El hombre aprehendido tiene antecedentes penales y desde la justicia se pretende saber si la pareja tuvo alguna participación en la desaparición de la septuagenaria.
En tanto, y tal como adelantara ayer Diario San Rafael, en la víspera se desarrollaron pericias en la vivienda de calle Ecuador al 1620 –donde vivía la mujer desaparecida-, la cuales continuaban hasta el cierre de nuestra edición. Concretamente, los peritos revisaban la vivienda con el uso de luminol, un químico que se utiliza para determinar si existen manchas de sangre que pudieron haber intentado ser borradas. Versiones extraoficiales pero dignas de crédito comentaron a nuestro medio que «algo de material biológico se encontró».
Por otra parte, también pudo saberse que la fiscalía actuante cambió la carátula de la investigación de “averiguación paradero” a “averiguación homicidio”, confirmando la teoría que se había planteado en las últimas horas respecto a que los investigadores estiman que Silvia fue víctima de una “muerte criminal”.
Finalmente, se espera que en las próximas horas lleguen a nuestro departamento dos peritos más con perros especializados en escenarios catastróficos y cuerpos sepultados. Y es que fuentes cercanas a la causa arriesgan –además de la muerte de la mujer- que el cuerpo de la jubilada podría haber sido enterrado en el lote de la vivienda que habitaba.