Una reciente publicación del sanrafaelino Pablo Rivas en la red social Tinder generó indignación en el círculo de allegados a Luziano Moreno, el periodista por cuyo homidicio se encuentra detenido Rivas.
Días atrás, Rivas publicó en la mencionada aplicación de citas y encuentros su nombre y su edad (29 años) detallando, además, que se encuentra “detenido en San Felipe (la cárcel de Mendoza) y no busco nada serio”.
Ante ello, desde el círculo de familiares y amistades de la víctima mostraron su descontento con la situación. Una de las que se expresó fue María Paula Moreno, hermana de Luziano, quien en su Twitter escribió: «HASTA PARA ESTO LE DA LA CARA AL ASESINO DE MI HERMANO. NI HABLAR DE LAS PERSONAS QUE ACCEDEN A ENCONTRARSE CON ÉL». También escribió ella más abajo: «Ojalá te pudras!!!!!! Vos y tu familia entera» (ver foto).
Vale recordar que el sanrafelino Rivas está acusado del delito de homicidio criminis causa en perjuicio de Moreno (ver aparte) y por lo tanto arriesga la pena de prisión perpetua. Un jurado popular será el encargado de considerar al sospechoso como culpable o no culpable. La fecha de inicio del debate oral está fijada para el 27 de febrero de 2023 y la sentencia se dictaría el 3 de marzo.
Un crimen
conmovedor
Para la fiscalía que desarrolló la investigación del caso, a cargo de la fiscal Claudia Ríos, no hay dudas que Rivas fue el autor del crimen de Moreno y que las pruebas en su contra son suficientes para llegar a una resolución condenatoria. Aún no se ha determinado a ciencia cierta el motivo por el cual Rivas habría intentado robarle a Moreno $ 4 millones que llevaba en una mochila para intentar comprarle 22.000 dólares. En ese sentido, la hipótesis más fuerte es que el sanrafaelino estaba «acorralado» por las deudas que mantenía en el marco de transacciones monetarias que realizaba frecuentemente.
Las pruebas en contra de Rivas son contundentes: fue detenido en el vehículo de Moreno junto al cadáver apuñalado de éste, hay testigos presenciales que observaron el ataque y al ser capturado le secuestraron una botella con combustible. De allí se cree que Rivas iba a prender fuego el auto de la víctima, con el cuerpo en su interior. Esta versión es avalada también porque el imputado tenía otra muda de ropa para cambiarse.
Como si esto fuera poco, las personas que habían realizado transacciones con Rivas coincidieron en que el imputado siempre los citaba en su departamento, en calle Fader de Godoy Cruz. Pero esta vez, Rivas pactó con Moreno hacer el cambio de divisas en la vía pública y allí lo habría asesinado.
