El máximo responsable de la NASA, Bill Nelson, hizo público un comunicado en el que critica duramente la gestión que hace China de estos cohetes: “Está claro que China no está cumpliendo con los estándares responsables con respecto a su basura espacial”. Y añade: “Es fundamental que China y todas las naciones y entidades comerciales con viajes espaciales actúen de manera responsable y transparente en el espacio para garantizar la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad a largo plazo de las actividades en el espacio exterior”.
En los últimos días, todos los organismos de seguimiento de objetos espaciales seguían con detalle la evolución de su caída para tratar de indicar cuál sería la trayectoria y el momento más probable en que caería sobre la superficie del planeta. Finalmente, la mayoría de los restos se han desintegrado al entrar a la atmósfera y los que quedaban se han hundido en el océano. La comandancia espacial de EE UU confirmó la reentrada del cohete sobre la península Arábiga, lo que coincide con la trayectoria necesaria para caer donde apunta China, aunque señala que no se sabe si los escombros cayeron en el mar o en tierra.
“Creo que es negligencia por parte de ellos”, dijo Jonathan McDowell, astrofísico en el Centro de Astrofísica en Cambridge, Massachusetts, que monitorea el ir y venir de los objetos en el espacio. “Creo que es irresponsable”.