Según el informe «Desempeño escolar y pobreza», que se llevó a cabo por el Observatorio de Argentinos por la Educación, en nuestro país el 40% de los estudiantes que logran llegar al último año de la secundaria están en situación de pobreza. El analista Martín Nistal brindó algunos detalles que son alarmante para el futuro de la Argentina.
Según el informe «Desempeño escolar y pobreza», que se llevó a cabo por el Observatorio de Argentinos por la Educación, en nuestro país el 40% de los estudiantes que logran llegar al último año de la secundaria están en situación de pobreza. El relevamiento analizó cómo el nivel socioeconómico incide fuertemente en las trayectorias escolares, y marca que quienes alcanzan buenos niveles de aprendizaje son la excepción en el sistema educativo actual.
Martín Nistal, analista de datos en el Observatorio de Argentinos por la Educación, fue entrevistado en FM Vos 94.5 y brindó algunos detalles que son alarmante para el futuro de la Argentina.
«Desde el observatorio y junto a Martín De Simone, realizamos este informe sobre el desempeño escolar y la pobreza. Como resultado, obtuvimos que el 40 % de los chicos que transitan el último año de la escuela secundaria son pobres, sin contar a una gran cantidad que abandona y que también lo son. Entonces, y a partir de estos datos, sabemos que el nivel socioeconómico de estos jóvenes y el de su familia actúa de una manera determinante sobre la trayectoria escolar. En ese sentido es que solamente un 14 % logra alcanzar los aprendizajes necesarios, es decir, que superan todas estas clases de adversidades, siendo esto último, un dato relevante. Creo que debemos aprender de ellos, para llevar adelante distintas políticas y soluciones en este ámbito», explicó el analista al inicio del reportaje.
«En este contexto, comparamos a dos grupos, por un lado, a aquellos que obtuvieron buenos resultados y viven en una situación de pobreza, y por el otro, a los chicos que no alcanzaron las metas y también son pobres. Aquí, es donde pudimos ver que hay una diferencia entre ellos y de grandes dimensiones. Una de ellas son los embarazos adolescentes y el trabajo. En este rango, solo el 2 % de los estudiantes con buen rendimiento es madre o padre, en cuanto a los alumnos que trabajan solamente el 1,6 % ha podido alcanzar los objetivos educativos. En síntesis, tenemos chicos que están por debajo de la línea de pobreza, y que a pesar de todas estas situaciones. deciden estudiar, por eso lo que promovemos es un acompañamiento para ellos», fundamentó.
Luego, comentó sobre cómo estas problemáticas socioeconómicas inciden en el futuro de los niños y adolescentes. «La situación de pobreza y los problemas económicos no ayudan en nada en los procesos educativos. Hay datos que son alarmantes, y uno de ellos se desprende de los resultados de las pruebas Aprender 2021, que marcaron una caída post pandemia nunca antes vista. La educación debería ser un tema de agenda y prioritario. Además, sabemos que solo 16 de cada 100 chicos llegan al último año de la secundaria en tiempo y forma, y con los conocimientos satisfactorios y avanzados sobre Lengua y Matemática. La evaluación hecha por la Unesco mostró que Argentina era el país que tuvo una mayor decadencia. Hay un montón de indicadores que nos señala que estamos complicados en estas cuestiones. Claramente, no estamos haciendo las cosas bien», aseguró Nistal.
Después, planteó que se deben cambiar las distintas políticas para que de una forma u otra se pueda revertir esta preocupante realidad. «La educación debe ser un tema importante, tanto para los políticos como para la sociedad y los distintos actores que la componen. En los últimos 10 años, solo se cumplió una vez la meta del presupuesto educativo, esto nos demuestra que por más que pasen los gobiernos nacionales y provinciales, los objetivos no se pueden lograr», aseveró Martín Nistal.
Para finalizar, hizo mención al tipo de estrategias laxas empleadas en los últimos tiempos en el sector educativo. «En cuanto a este tema, hicimos un informe en el Observatorio y sabemos que el nivel de repitencia en Argentina ha bajado mucho, debido a estas clases de determinaciones. En este sentido, parece ser que disminuyó la calidad educativa y el grado de exigencia. Lo que refiere a la repitencia, sin duda alguna, es una política muy controversial porque tiene sus efectos colaterales en el abandono. No estoy diciendo que los alumnos deben dejar de repetir, pero pienso que hay que analizarla con sumo cuidado», cerró.
