Boca tiene cuatro nuevos casos de coronavirus y son todos jugadores, por lo que en total ya son 22 los futbolistas involucrados en el brote que se dio dentro de la concentración.
El club no comunicará los nombres de los contagiados, pero lo concreto es que estos nuevos casos ya están descartados para el “debut” en la Copa Libertadores ante Libertad, que será en once días en Paraguay.
La noticia es un nuevo dolor de cabeza para Miguel Ángel Russo, quien ni siquiera está en Ezeiza por integrar los grupos de riesgo del Covid-19. Hasta ahora, los jugadores con test positivo eran Esteban Andrada, Javier García, Agustín Rossi y Manuel Roffo (los cuatro arqueros), Carlos Izquierdoz, Lisandro López, Renzo Giampaoli, Julio Buffarini, Frank Fabra, Leonardo Jara, Pol Fernández, Eduardo Salvio, Mauro Zárate, Franco Soldano, Ramón Ábila, Mateo Retegui, Walter Bou y Pablo Gerzel.
«Hicimos lo que había que hacer, pero nos complicó un falso negativo», aseguró días atrás Jorge Amor Ameal, presidente de Boca, en diálogo con La Red. Sin embargo, la cantidad de contagios generó sospechas sobre las medidas sanitarias de la burbuja.
Respecto a los entrenamientos del equipo, aquellos futbolistas que dieron negativo y los que ya recibieron el alta médica tras estar contagiados de coronavirus se entrenan en un corredor seguro creado en el hotel de la concentración. Los técnicos a cargo son Mariano Herró y el preparador físico Alejandro Blasco, ya que Russo es integrante de grupo de riesgo y Leandro Somoza y Damián Lanatta dieron positivo.
Sobre la posibilidad de que los primeros infectados estén a disposición para el partido del 17 contra Libertad, el infectólogo Tomás Orduna explicó en el programa “Superfútbol”, de TyC Sports, que el parámetro a nivel nacional para reincorporarse a las actividades es de diez días, por lo que es posible que varios futbolistas ya tengan el alta. La cuestión a resolver será el tiempo de preparación, ya que casi no tendrían prácticas antes del viaje a Paraguay.
