Han desarrollado un software que permitirá llevar a cabo un seguimiento ocular de la lectura en los niños en las escuelas, lo que ayuda a evaluar la lectoescritura con más claridad. Sobre ello brindó detalles a través de FM Vos (94.5) y de Diario San Rafael, Gustavo Gasaneo, investigador del CONICET, docente de la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca, y fundador del Centro Integral de Neurociencias Aplicadas.
Explicó que lo que se busca es “tratar de entender mejor, por un lado cómo es que los niños aprenden a leer, pero por otro lado identificar problemas que puedan haber en la escuela, que den lugar a la problemática que se conoce: chicos con pocas ganas de aprender, chicos con dificultades en el aprendizaje y con los diversos saberes que se dan en la escuela”. “En relación a eso, nosotros hace tiempo que venimos trabajando y tratando de distinguir los distintos problemas que hay, por un lado problemas profesionales, por otro lado problemas vinculados a la lectoescritura, pero también hay otros problemas vinculados a la visión, a lo que se conoce como ‘habilidades visuales’, que generalmente en Argentina no se detectan, no se estudian”, dijo y agregó que «se da un objetivo doble: por un lado sistematizar datos respecto de lo que ocurre en las escuelas, para luego poder identificar más fácilmente los problemas que puedan haber efectivamente, y distinguirlos claramente, para lo cual deben evaluarse muchos chicos y es en lo que trabaja desde hace años un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Cuyo», al que de alguna manera, se han relacionado por esto las instituciones representadas por Gasaneo.
“Lo que nosotros hicimos fue, por un lado desarrollar un software y por otro lado, desarrollar un recurso que se conoce como ‘de seguimiento’ que permite ver claramente qué es lo que el niño está haciendo al momento de leer. Es decir, permite ver cómo se mueven los ojos por sobre el texto de manera de ver claramente cuál es la velocidad con la cual avanza, cuántas veces retrocede, cuánto tiempo se detiene en cada palabra y cosas por el estilo”, señaló.
Este software está en una plataforma web, pero es instalable en una computadora, por lo que sin tener internet igualmente puede utilizarse. “Es un aparato como si fuese un mouse súper sofisticado, que lee los ojos, detecta las pupilas, eso se relaciona con lo que uno pone en pantalla entonces permite ver lo que el niño (o cualquier persona) está viendo en la pantalla”, destacó.
El objetivo es que esto se implemente en las escuelas mendocinas, desde las edades más tempranas, haciendo especial hincapié en los cinco primeros años de la escuela primaria. Esto es importante, ya que podrá saberse a ciencia cierta si lo que el pequeño tiene es un problema de déficit atencional o dificultades visuales. De esa manera, se podrá recomendar con fundamento si se requiere la intervención –o no– de un profesional.
