Por orden de la fiscal Verónica Zamboni, la Policía Bonaerense allanó este lunes por segunda vez la casa que los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa alquilaron en Villa Gesell. No fue un operativo más: los uniformados secuestraron varias prendas que no habían incautado en la primera inspección. Lo que se llevaron ahora puede ser clave.
A través de una pericia scopométrica, los investigadores buscarán determinar quién le dio la patada a Fernando cuando estaba tirado en el piso y le provocó el traumatismo de cráneo, según la autopista realizada al cuerpo por los médicos forenses.
En una scopometría, los peritos científicos compararán un elemento indubitable (la marca) con otros dubitativos (las zapatillas). En ese caso, contrastarán la marca de la patada en el cuerpo de Fernando con las zapatillas secuestradas para determinar quién fue el que dio el golpe mortal.
La medida de prueba, que puede ser clave, fue confirmada por el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, en diálogo con TN: «Ordenamos una pericia scopométrica para determinar qué calzado le dejó una marca en la cara a la víctima».
Los médicos forenses le informaron a la fiscal Zamboni que el cuerpo de Fernando no presentaba fracturas, pero sí un golpe muy fuerte en la cabeza que le provocó un sangrado interno y la muerte casi inmediata en la puerta de Le Brique.
A partir de cámaras de seguridad del boliche, de la zona de Villa Gesell y de testigos oculares, los investigadores pudieron identificar a los diez rugbiers agresores. Luego fueron por el onceavo detenido, Pablo Ventura, un remero de Zárate.
La fiscal Zamboni ya indagó a todos: los diez rugbiers utilizaron su derecho de no prestar declaración indagatoria mientras que el remero aseguró que nunca estuvo en Villa Gesell. Cuando los peritos científicos terminen la scopometría, la fiscal sabrá quién le dio la patada mortal a Fernando y entonces le imputará la autoría material a uno de los once.
Fuente: TN
