Las redes sociales se inundand de fotos cada vez que hay Luna llena. El satélite natural de la Tierra siempre fascinó al ser humano. A lo largo de la historia, la Luna ha sido protagonista de misterio, ha inspirado la veneración religiosa, los mitos y supersticiones, algunos de los cuales siguen vigentes en la actualidad.
Alrededor del mundo hay millones de grupos que se reúnen cada luna llena a admirarla. Esta fase lunar es un fenómeno astronómico también conocido como plenilunio y se produce cuando nuestro planeta se sitúa exactamente entre Sol y la Luna. Gracias a que la Tierra se encuentra posicionada justo entre el astro mayor del Sistema Solar y la Luna, esta última se ilumina completamente.
Este enero, si el tiempo y las nubes lo permiten, se podrá disfrutar de una hermosa y brillante luna llena este lunes 17, que a partir de las 20.48 estará iluminada un 99%. Sin embargo, el martes 18 se podrá seguir disfrutando en todo su esplendor poque su luminosidad alcanzará el 100%.
Algunos sitios para disfrutarla
Y, para disfrutarla en todo su esplendor, la provincia tiene rincones realmente privilegiados. Muchos grupos suelen aprovechar la luz de la luna llena para ascender el Cerro Arco, desde allí se puede ver y fotografiar sin que las luces de la ciudad interfieran. Es importante recordar que si no se conoce el circuito lo mejor es realizarlo con un guía profesional.
Otro bellos lugar para apreciarla es Potrerillos. Por las noches, el tiempo se torna agradable porque desciende unos grados y la luna llena sobre el dique es un espectáculo perfecto para fotografiar.
Mendoza tiene varios puntos que ofrecen un espectáculo a los ojos cuando la luna se conjuga con el paisaje, por ejemplo, la zona de Los Cerrillos, donde está ubicado el monumento Cristo Rey, en Tupungato; el Cerro Tunduqueral en Uspallata, o los bellos rincones de Malargüe con su cielo limpio e imponente.
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¿Qué es la Luna de Lobo?
Se llama así a la primera luna llena de enero. En realidad, su nombre deriva de una creencia de los nativos de Estados Unidos. Como tribu antigua, estaban fuertemente conectados con la naturaleza y los sucesos que ocurren en ella eran parte de sus leyendas e identidad.
En el Hemisferio Norte, enero es la reafirmación del invierno, un mes en donde el frío se intensifica y los lobos salen a cazar.
Estos animales se reunían en manadas, aullaban con fuerza y el retumbar de sus llamadas llegaban hasta las aldeas nativas. Por esta razón, las tribus de esa zona denominaron a la luna llena de enero como Luna de Lobo.
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Fuente: El Sol
