«Julio los prepara y agosto se los lleva», sentencia un macabro dicho popular anunciando enfermedades en este mes que expira, lo mismo que le sucederá a la vida de dichos pacientes a partir de la semana entrante. El refrán viene a cuento por lo que está ocurriendo en Cuba, que sufrió cifras récord de coronavirus en estos 29 días -173.040 casos y 1.326 muertos, respectivamente- y donde en medio de diversas teorías conspirativas, se impone la pregunta: ¿Corresponde incluir en esta nómina de víctimas del covid-19 a los 6 generales «combatientes» fallecidos en menos de 2 semanas, el último de ellos Gilberto Antonio Cardero Sánchez, cuyo deceso fue informado ayer por la televisión estatal, que no precisó las causas de su partida.
La incógnita radica en que mientras algunos apuntan a una «purga dentro del Partido» tras las históricas protestas contra la dictadura del 11 de julio, otros hablan de que estos jerarcas castrenses se contagiaron durante una reunión de alto nivel que compartieron con un infectado asintomático.
El misterio, como todo lo que acontece en la isla, no será fácil de dilucidar porque, al igual que se procedió con sus 5 colegas, el cadáver de Cardero Sánchez fue cremado. Antes había quedado reducido a cenizas el cuerpo de Agustín Peña Porres, general de división y titular del Ejército Oriental, delegado en el VIII Congreso del PC y miembro del Comité Central (pereció el 18 de julio); 48 horas después fue el turno del general de brigada de la reserva, Marcelo Verdecia Perdomo, otrora guardaespaldas de Fidel Castro; a los 4 días expiró el general de división Rubén Martínez Puente, sindicado como quien ordenó el derribo de los aviones del grupo de exiliados Hermanos al Rescate; el lunes pasado le tocó al general de brigada Manuel Eduardo Lastres Pacheco, quien estuvo al mando del Ché Guevara; y a la jornada siguiente falleció el general de brigada Armando Choy Rodríguez, fundador del Movimiento 26 de Julio en Villa Clara.
BOLSONES DE COMIDA Y LIBRETA
El régimen cubano comenzará la distribución de manera «controlada y gratuita» de las donaciones de alimentos arribadas desde «países amigos», es decir que se hará a través de la añeja libreta de abastecimiento, vigente desde los ’60.
El sistema de reparto, que busca paliar la tensa situación social provocada por la carencia de víveres y medicinas, fue explicado por la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, quien agregó que los gastos de transporte y logística serán asumidos por el Estado.
Arroz, pastas, aceite y azúcar integrarán el «bolsón» que recibirá cada familia y que no sustituirá a la canasta mensual (fue reforzada hasta diciembre). «La idea es beneficiar, en el menor tiempo posible, a la mayor cantidad de provincias, aunque con diferentes productos», detalló la funcionaria. Así, por ejemplo, en la occidental Pinar del Río, se añadirán al menú carnes en conservas, o en La Habana, donde se entregarán más cajas de leche en polvo priorizando a la población mayor de 65 años.
Un tratamiento especial se le otorgará a la harina de trigo, que se usará para aumentar la producción de pan y galletas que tendrán un «costo mínimo en su comercialización a la población, pues se les incorporan, en su elaboración, otros insumos que no son de donación».
FURIA CON EUROPA
El canciller Bruno Rodríguez rechazó «enérgicamente» una declaración de la Unión Europea de «apoyo inequívoco» a los manifestantes que participaron en las protestas en la isla (Bruselas también reclamó que sean liberados los detenidos por haberse movilizado en las calles).
«Mienten y manipulan. No se atreven a mencionar por su nombre al genocida bloqueo de Estados Unidos que viola la soberanía europea y le impone sus leyes y cortes. Además, les convendría ocuparse de la brutal represión policial en las naciones de la UE», completó.
Fuente: La Prensa
