«La eficacia con tres dosis de Abdala será un suceso que multiplicará el orgullo», tuiteó el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, un poco antes de que se difundiera la noticia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) exige una eficacia de al menos 50% para que una candidata sea aceptada como vacuna.
Las autoridades cubanas anunciaron que en un par de semanas esperan pedir a la autoridad regulatoria el permiso para el uso de emergencia de las vacunas.
El anuncio se produce en momentos en que la isla vive un fuerte rebrote de la enfermedad: hoy registró uno de sus peores días con 1.561 casos positivos, mientras que desde el inició la pandemia son 169.365 los contagios y 1.170 los fallecidos.
Bajo un embargo estadounidense desde 1962, Cuba comenzó a desarrollar sus propios remedios en la década de 1980. De las 13 vacunas de su programa de inmunización, ocho son de producción local.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, viajaron a Cuba a finales de mayo pasado para conocer los avances en la fase III, tanto de la vacuna Soberana 02 como de la Abdala e iniciaron negociaciones para poder comprarlas una vez que su uso haya sido aprobado.
El embajador argentino en Cuba, Luis Ilarregui, estimó días atrás que las vacunas Abdala y Soberana 02 «probablemente» lleguen en agosto a Argentina.