Cuidar a la infancia: un desafío urgente

A fines de septiembre, el INDEC informó que la pobreza infantil ascendió a 54,4% en el primer semestre del 2021, mientras que entre los menores de 14 años alcanzó el 54,3 %. Además, la cantidad de los niños indigentes, a los que no les alcanza el ingreso para comer, aumentó a 16,6 %, o 1,7 millones de personas.
En tanto, el primer semestre del 2020, el informe del INDEC había detallado que el 56,3% de las personas de 0 a 14 años son pobres. De ese grupo, el 15,6% de los niños vivían en la indigencia en hogares en donde los ingresos no llegan a cubrir la canasta alimentaria. Así, y en la comparación interanual según el INDEC, la pobreza se redujo en 378.400 niños en el semestre y en 185.500 respecto del mismo período del año previo; pero la cantidad de los niños indigentes aumentó un punto porcentual, esto es casi 166.600 personas en un año.
La Convención sobre los Derechos del Niño establece que los gobiernos deben asegurar en sus decisiones que siempre prevalezca la mejor opción posible para la niñez. En su artículo 4 insta a los Estados a asignar “hasta el máximo de los recursos de que dispongan” para garantizar el goce de derechos de las niñas y niños. Además, en la Observación General N° 19 de 2016, el Comité de los Derechos del Niño enfatiza que, en tiempos de crisis económica, los gobiernos no deben adoptar medidas regresivas que pongan en riesgo a la infancia. Sin embargo, y a más de 30 años de la firma de la Convención, casi 6 de cada 10 niñas y niños argentinos viven en situación de pobreza.
Asegurar el cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes no es solo una responsabilidad ética y legal, sino también política y económica. Los tomadores de decisiones deben considerar el interés superior de las niñas y niños a la hora de definir las políticas económicas y sociales. En el marco de la crisis económica y de los elevados niveles de pobreza que afectan a la niñez, es urgente redoblar los esfuerzos en favor de la infancia. La realidad muestra que para tener un futuro es necesario cimentar el presente y, para ello, hacen falta genera políticas adecuadas para generar fuentes laborales genuinas.