Fue presentado la semana pasada el plan ganadero nacional, que apunta a incrementar la producción de carne vacuna en 600.000 toneladas para el 2030, mirando a las exportaciones como destino fundamental de este aumento. Consultamos al respecto al Director de Ganadería de la Provincia, Damián Carbó, y esto fue lo que le comentó a FM Vos (94.5) y Diario San Rafael.
“Al anuncio lo veo bien e interesante, ya que ofrecerá líneas de créditos específica para el sector, ya que este necesita tener un tratamiento especial en cuanto a financiamiento. Es una actividad que tiene un retorno lento, y por lo tanto necesita años de gracia diferentes a otras. Las líneas de crédito para cría e invernada son distintas.
Nosotros ya venimos trabajando en el tema y tenemos un plan estratégico ganadero con líneas desde el Fondo de la Transformación, en la que se subsidian tasas y se conforman plazos especiales para la cría de bovinos y de cerdos. En todas se contemplan los ciclos productivos. Cuando se nos dio la oportunidad de participar en la elaboración de este plan gunadero nacional, presentamos lo que desde hace más de diez años realizamos en Mendoza.
Un tema que llevamos a esta mesa fue el de tratar de elevar el peso mínimo de faena, pero eso debe ser llevado a cabo gradualmente. La idea es elevar en 20 kilogramos el peso mínimo, y se quiere realizar en un lapso de diez años. Eso está muy bien porque en la actividad ganadera los cambios son muy lentos por la naturaleza misma de los ciclos de producción. Por lo tanto, celebramos este anuncio y esperamos que se plasme en hechos”.
Carbó amplió la explicación del ‘peso mínimo de faena’ y explicó cuál es el objetivo “Es la forma más rápida de incrementar la producción. Si tomamos una determinada cantidad de novillos, lo que se trata es de faenar en el peso mínimo establecido porque en la medida que el animal crece, decrece la eficiencia de conversión. Esto quiere decir que, desde determinado peso hacia arriba, lo que consume el animal en alimento, en relación con el aumento de peso, decrece. Un ternerito de 100 kilo necesita 4 kilogramos de alimento para lograr un kilo de carne.
Pero un novillo para llegar a 400 kilos tiene una tasa de conversión de 9 a 12 kilos de alimento para tener ese kilo más. Por lo tanto, si al productor se le deja faenar animales más chicos, tienen más eficiencia en la relación alimento/kilos producidos. La parte más difícil de la producción es lograr que el ternero llegue al destete. Si faenás con 300 kilogramos logras un retorno más rápido de la inversión que si lo haces a los 500 kilos, pero a su vez el ciclo es menos eficiente en cuanto a la cantidad de carne final; es por esto por lo que veo bien que se pretenda un cambio gradual en el aumento del peso mínimo de faena. Si el productor elige razas que lleguen más fácil al peso mínimo de faena, la producción le será más rentable”, explicó Carbó.
