Desde la Federación Agraria Argentina consideran que al Plan Ganar “le falta mucho”

El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, se reunió el viernes con representantes de la Mesa de Enlace (de las entidades agropecuarias), donde se presentó el Plan Ganar 2022-2023, en el cual se marcan los lineamientos de la política ganadera que intenta impulsar el Gobierno para los próximos dos años.
Uno de los participantes del encuentro fue Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, quien explicó a través de FM Vos (94.5) y Diario San Rafael que durante el último tiempo, el cierre de exportaciones ha generado un notorio efecto negativo, lo que ratifica la determinación del Gobierno, tanto en categorías como destinos. “Lo único que ha quedado afuera, y que es una parte importante, es la categoría C de vacas, que nosotros entendemos que debe estar liberada para que haya una buena inserción internacional y que no pone en tensión al mercado interno. Se ha liberado eso y han logrado un acuerdo con los frigoríficos. En eso no hemos tenido parte nosotros, pero ha logrado que cada fiesta ponga 10 mil toneladas a disposición de un sistema, para que haya carnes a mejor precio durante Navidad y Año Nuevo”, dijo.
Primero se hablaba de siete cortes, pero se acordó que fueran cinco. “El equilibrio se logra muy fácil: permitiendo que las cuotas y las diversas inserciones internacionales tengan fluidez, más carne queda en el mercado interno de esos cortes”, señaló. Esto es algo que no se puede hacer por mucho tiempo, y desde la Federación Agraria Argentina acompañan que sea así, porque “poner en tensión a la cadena hace que el frigorífico comience a trasladar esa pérdida hacia abajo y el productor es el que termina pagando ‘el pato de la boda’ y además, ese tipo de cortes, por mucho que se quieran federalizar, por lo general asisten a las grandes ciudades y el interior del país queda sin enterarse de eso”.
Considera que “al Plan Ganar, para ser un plan ganadero, le falta mucho”, y que “va a ir de la mano de generar certidumbre, de generar certeza, previsibilidad y va a ser en el día a día”, ya que hasta ahora “se ha construido desconfianza”. “Ahora es dar cada paso de lo que se habla, cumplirlo y entonces la gente va a empezar a confiar, el financiamiento va a servir o quizás vaya a ser poco, porque mucha gente va a querer estimular su producción o mejorar sus condiciones y si eso no se cumple o si no hay reglas claras para la inserción de la producción o la rentabilidad, va a sobrar dinero porque nadie va a querer trabajar a pérdida”.