El martes por la noche Diego Armando Maradona fue operado con total éxito en la Clínica de Olivos tras revelarse que tenía un hematoma subdural -es decir, en la cabeza- y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
“Terminó la operación a Diego Maradona y fue un éxito. Todo se dio tal cual estaba previsto. Diego está bien y en su habitación descansando”. Con un mensaje de su equipo de prensa, el entorno del astro confirmó que el director técnico de Gimnasia superó la intervención por un hematoma subdural en el hemisferio izquierdo.
Posteriormente, Leopoldo Luque, médico personal del Diez y neurocirujano a cargo de la operación, habló con los medios y añadió: “La cirugía duró aproximadamente una hora y 20 minutos, se pudo evacuar el hematoma subdural crónico de manera exitosa. Diego está despierto, está muy bien”, fueron las palabras que llevaron tranquilidad a los fanáticos y a la familia de Maradona.
“Los pasos a seguir son la observación, tiene un drenajecito que hay que observar. Respecto a su alta explicó: “Vamos a ver la evolución, dependerá de eso. El comienzo de esto fue muy bueno, el despertar es un paso grande, porque no deja de ser una neurocirugía. Está en terapia”, añadió.
El hematoma surgió a raíz de un traumatismo leve. En su círculo íntimo entienden que lo pudo haber sufrido boxeando –actividad deportiva que practicaba y lo entusiasmaba–, por un pelotazo o hasta cuando se cayó para atrás en el banco de Gimnasia el torneo pasado. “A partir del traumatismo se generó un derramamiento de líquido que se acumuló”, indicó Luque. En septiembre pasado le habían realizado los mismos estudios a Diego (tomografía y resonancia magnética), en Ipensa, pero allí no había sido detectado ningún edema.