La provincia de Mendoza registró una marcada disminución de la mortalidad infantil y el embarazo adolescente. La inversión en infraestructura para la atención de embarazos y partos, equipos de salud con formación de excelencia, y equidad territorial en el acceso de mujeres y jóvenes al sistema sanitario, son algunas de las herramientas que el Ministerio de Salud provincial aplica en estos casos. Teniendo en cuenta todos estos factores, en 2022 la tasa de mortalidad infantil fue de 6,6 por mil, mientras que en 2021 fue de 6,9, y de 7,5 por mil niños nacidos vivos en 2020. Además, la mortalidad materna continuó en descenso y se ubicó en una cifra de 1,4 por diez mil mujeres. En el caso del embarazo adolescente, también se registró una baja de 8,3 en 2020 a 7,5 en 2021.
La directora de Maternidad e Infancia de la provincia, Mónica Rinaldi, en una extensa charla con la emisora radial FM Vos 94.5 explicó cuáles son las claves indispensables que inciden para que esta estadística se torne favorable.
«Desde el año 2016 el descenso de la mortalidad infantil es algo constante en Mendoza. Todas las políticas de salud pública que se vienen trabajando se sostienen en el tiempo y se perfeccionan cada vez un poquito más, por lo tanto, todo esto ayuda a que los equipos de salud trabajen más enfocados sobre el tema. Estas cuestiones tienen que ver fundamentalmente con la regionalización y la atención perinatal, en cada región sanitaria hay al menos una maternidad segura, que es sin dudas una de las medidas más importantes», expresó al principio de la nota Mónica Rinaldi.
«Para que las maternidades sean seguras tienen que tener un médico pediatra y/o neonatólogo que atienda en una guardia activa permanentemente de acuerdo a la complejidad. Además, se debe contar con un médico obstetra que tenga a disposición una ambulancia para trasladar al paciente si el caso lo requiere. Esto nos ayudó a podernos ordenar, por eso tenemos un sistema de derivación para las maternidades que garantiza que inclusive aquellas personas que tienen obra social puedan ser atendidas de la misma forma», explicó Rinaldi.
Después, continuó explicando las políticas que se aplican, pero en relación a la formación de los profesionales. «A pesar de que hemos tenido algún éxodo de neonatólogos, el Ministerio de Salud aplicó algunas medidas con el objetivo de armar una residencia articulada de neonatología, acortando de este modo los tiempos, ya que son médicos pediatras que luego hacen dos años para la especialidad. La formación se acorta un año, esta es una normativa que ya se venían aplicando en otras provincias y Mendoza la adoptó en el 2022 por primera vez. Los resultados que hemos tenido han sido buenos y por ese motivo se han incorporado varios residentes en el hospital Lagomaggiore, que es el principal núcleo formador de recursos humanos. Este recurso se está recuperando con este incentivo. Además, se han contratado a todos los egresados de esas residencias. Seguimos trabajando firmemente para sostener a los profesionales, que constituyen el recurso más importante en neonatología», sostuvo la directora del área.
«Por otra parte, además de destacar la reciente inauguración de la Maternidad José Federico Moreno del Hospital Lagomaggiore, dotada con equipamiento de última generación para la atención de madres y recién nacidos, me gustaría recordar que el hospital Schestakow brinda un servicio de neonatología que se inauguró hace muy poco y que cuenta con toda la tecnología para evitar las derivaciones de los pacientes. Antes, un bebé que nacía en San Rafael con asfixia perinatal debía ser trasladado a 300 kilómetros para hacer un tratamiento de hipotermia u otras prácticas. Actualmente, el servicio que se brinda está totalmente equipado por lo que las derivaciones son excepcionales, como por ejemplo, los pocos casos de cirugía cardiovascular que se deben realizar en el hospital Notti», agregó.
Después, comentó que se trabaja en la concientización y el control prenatal. «Hicimos una guía de cuidados que nos muestra cómo planificar un embarazo seguro, accediendo a la toma del ácido fólico antes de quedar embarazada y controlar la diabetes para llegar de la mejor forma al momento de la gestación. Con estas prácticas se disminuye muchísimo el riesgo de malformación en los bebés. La mamá embarazada siempre tiene la prioridad para ser atendida en el sistema público de salud. Una vez que una mujer se entera de que está embarazada, debe acudir al centro de salud más cercano para que puedan tomar estas medidas preventivas que recién mencioné. Un diagnóstico prenatal adecuado es fundamental, un embarazo sin control se puede convertir en uno de alto riesgo. Los estudios y análisis son primordiales y deben ser oportunos para que la captación de alguna patología sea temprana y poder brindarle el tratamiento adecuado», sostuvo la doctora Rinaldi.
A su vez, comentó sobre las herramientas que se instrumentaron en el sur provincial en cuanto a regionalización y acceso a los controles. «Se trabajó con mucho empeño porque la geografía en esa región que es muy amplia. En ese sentido, San Rafael tiene bastante accesibilidad, pero en Malargüe los centros de salud están más dispersos y por eso se apuntó a la organización, con el fin de poder alcanzar a toda la población», remarcó.
Más tarde, habló sobre la disminución histórica en el embarazo adolescente y la importancia del programa de salud sexual y reproductiva. «Hay un acceso a una canasta de anticonceptivos muy amplia. En ese sentido, se está trabajando muy fuerte con ese programa y la Dirección General de Escuelas por lo que los adolescentes están mucho más interiorizados. También tienen mayor información sobre la posibilidad de la interrupción legal del embarazo ante situaciones de abuso. Se están aplicando muy bien las herramientas y esto se puede notar en el descenso histórico del embarazo adolescente que se ubicó en 7,5 % en Mendoza. Hay que remarcar que en el año 2015 era prácticamente el doble. El descenso ha sido sumamente importante en estos casos y en la tasa de natalidad en general, debido a que en el año 2015 teníamos cerca de 35 mil nacimientos y el año pasado menos cerca de 21200. La población hoy tiene un acceso más facilitado a los métodos anticonceptivos», precisó la directora de Maternidad e Infancia de la provincia de Mendoza.
«Son buenas noticias, al igual que el descenso de la mortalidad materna que continuó en disminución y se ubicó en una cifra de 1,4 por diez mil mujeres. En la pandemia se registraron más muertes, por eso es valioso que las mamás embarazadas se sigan vacunando contra el COVID- 19. Este virus en las personas gestantes es altamente peligroso. Muchas mamás terminaron en terapia intensiva y tuvieron partos prematuros. Les recomiendo que se vacunen, deben saber que muchas mujeres gestantes fallecieron por COVID. Hay que cumplir con todas las vacunas que se recomiendan, entre ellas la antigripal y la triple bacterial. Es importante tener el calendario de vacunación al día y no relajarse. Después del nacimiento los cuidados deben continuar para la mamá y el bebé, que tienen que volver a los controles que son programados, si no asisten los agentes sanitarios y los trabajadores sociales son los que detectan la ausencia del pequeño paciente a control y realizan una búsqueda activa, sobre todo en los casos que tienen antecedentes de alto riesgo. Incluso, se les explica a los padres en qué posición deben dormir los bebés para evitar la muerte súbita. Deben dormir boca arriba en la cuna, sin almohadas y sin juguetes, con las manos por fuera de las sábanas. Deben crecer en un ambiente libre de humo y con leche materna», informó Mónica Rinaldi al terminar el reportaje.