Nacido un 3 de febrero de 1940 en Algarrobo del Águila, provincia de La Pampa, Domingo Alarcón empezó a escribir su historia en San Rafael 18 años más tarde, cuando arribó al departamento. Hoy en día es uno de los grandes íconos que tiene la ciudad y, sobre todo, el Club Huracán, donde tiene vivencias únicas.
Con sus 80 años de edad, “Don Alarcón” arribó al globito en los años 1972-1973 y no se alejó nunca más de la institución, transformándose en uno de los personajes históricos del Azuloro.
Diario San Rafael dialogó con Domingo, que contó cómo fueron sus inicios en el club: “Yo tenía unos amigos cuando aprendía el oficio de tapicero en la calle Buenos Aires y Chile, ellos eran hinchas de Pedal y fui a ver un partido, después con ellos mismos vinimos a ver a Huracán y me gustó, fue pasando el tiempo y ese cariño por el club fue aumentando cada vez más”.
“Al club entro colaborando, después con el tiempo fui directivo y hasta llegué a ser intendente del Club Huracán (todavía conservo los carnets), y comencé a viajar con los dirigentes cuando se jugaba el Nacional 1981. En ese tiempo yo no quería viajar a Rosario cuando íbamos a enfrentar a Newell’s, pero me invitó Juan Domingo Pretel, presidente del club por entonces, y fue un viaje inolvidable. Después me metí de lleno en la institución, aprendí a hacer distintas cosas hasta llegar a ser canchero”, subrayó.
A la hora de agradecer, detalló: “Hay mucha gente que me ha ayudado en este tiempo, por eso estoy agradecido al club. Yo trabajaba en la empresa de colectivos Iselín y venía de un juicio, cuando salí de ahí me vine al club por dos meses con un cierto monto de dinero que había cobrado y esa misma plata la doné para la institución. Cuando quise acordar, no tenía más plata. Si bien podría haber invertido el dinero hasta en una casa, no me arrepiento porque soy un agradecido a todos los hinchas de Huracán y a la gente de San Rafael, que en 2012 me eligieron como ciudadano ilustre. Sacando los colores de lado, todos me han respetado y eso es muy valorable”.
Al consultarle sobre el equipo que más recuerda, puntualizó: “El equipo que más me gustó fue el de la década del 50’ y jugaba José Inverno, que venía de Vélez Sarsfield, siendo el mejor jugador que ha tenido Huracán en toda su historia. Después han pasado grandes futbolistas y es así que todos los que pasaron tienen grandes recuerdos”
Entre sus tantas anécdotas recordó: “En la década del ’80 vino River Plate a jugar contra Huracán, y un joven arquero Sergio Goycochea hablaba con sus compañeros que la cancha era muy chica. Me acerqué y le aposté una Coca Cola que tenía las medidas correspondientes. Midió las dimensiones y obviamente que me pagó el refresco, sus compañeros se le reían”.
Sobre los momentos y lo que implica en lo personal el estadio Pretel Hermanos, ubicado en avenida Mitre, explicó: “Acá se ha vivido una era muy buena y después el club se quedó, se fue cayendo hasta la actualidad que tiene hoy en día. Para mí todo este predio, que tiene 3 hectáreas, y todas esas familias que vienen son mi familia, porque gracias al club he conocido muchas cosas, recibido muchas gratificaciones por todo lo que he hecho por la institución, y el día que me tenga que ir de este mundo me llevaré el recuerdo de que pude ayudar al Club Huracán, algo que no tiene precio”.
“He perdido familia, muchos amigos que se han ido, pero bueno, ya está, me quedo con que pude ayudar a todos los que han venido a Huracán en torneos regionales y locales, al periodismo también”, describió.
También mencionó lo especial que tiene Huracán respecto al resto: “Sin menospreciar a los demás clubes del departamento, creo que en cierta manera le tienen egoísmo, tal vez sea por el fanatismo que tiene el hincha de Huracán, al igual que la popularidad y el gran promedio de simpatizantes que vienen. Sin lugar a dudas, es la institución más popular que tiene el departamento y el impacto que tiene en el interior del país no lo tiene otro equipo”.
Finalmente contó cuál sería su próximo sueño: “Yo a cada comisión que ingresó últimamente les dije que yo antes de irme de este mundo quiero llegar a ver el 50% de lo que alguna vez pude vivir acá. Al club va a costar levantarlo porque todo cuesta el triple, comparándolo con otras épocas, me encantaría que se sume más gente a colaborar, pero soy consciente de que ya no es como la de antes, han cambiado muchas cosas pero espero que quienes vengan dirigencialmente puedan levantar todo para el bien de la institución”.
