Donald Trump sorprendió con sus declaraciones sobre el aborto. El expresidente se refirió ayer miércoles al cambio de ley que implementó el Estado de Arizona respecto a este tema y consideró que «fue demasiado lejos». Además, confirmó que él «no firmaría una prohibición federal» del aborto en Estados Unidos.
«Estoy seguro de que el gobernador (del Partido Demócrata) y todos los demás volverán a hacerle entrar en razón (a la Corte de Arizona), y creo que eso se solucionará muy rápidamente», acotó tras un acto en la ciudad de Atlanta al ser consultado por la prensa al respecto.
La Corte Suprema de Arizona restableció esta semana una ley contra el aborto que data del siglo XIX y que prohíbe la interrupción del embarazo en casi cualquier circunstancia, polarizando aún más el tenso escenario de Estados Unidos de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Sus dichos llegan dos días después de que confundiera a algunos sectores conservadores al publicar en redes sociales un mensaje al respecto, en el cual no mencionaba la prohibición nacional del aborto.
Trump ha lanzado señales contradictorias durante meses, frustrando a los principales partidarios que se oponen tajantemente al aborto, al tiempo que trata de evitar expresar un respaldo firme a las prohibiciones más radicales que fueron rechazadas por los votantes en las urnas.
En su mensaje de video del lunes, había dicho que el derecho al aborto debería dejarse en manos de los estados.
Por otra parte, Trump, que durante su presidencia (2017-2021) nombró a tres jueces conservadores para la cúpula de la Corte Suprema de Estados Unidos, trató de atribuirse el mérito de la «increíble» sentencia del máximo tribunal en 2022, la cual puso fin a casi medio siglo de protecciones del derecho al aborto en todo el país.
«Lo hicimos, y ahora los estados lo tienen, y los estados están decidiendo lo que quieren», señaló. «Es la voluntad del pueblo», resaltó.
Desde que la Corte Suprema dejó en manos de los estados la posibilidad de legislar sobre el aborto, algunos de ellos liderados por republicanos han promulgado prohibiciones casi totales. Además, hay un poderoso movimiento en el Partido Republicano que presiona por un impedimento total a nivel nacional.
A partir de la decisión del máximo tribunal, una veintena de estados han prohibido o restringido al extremo el derecho.
