El Ministerio de Salud decidió cesantear a una médica que se desempeñaba en la guardia del hospital Sícoli. Según se pudo establecer, la profesional se demoró en atender la urgencia de una pequeña, que falleció.
El decreto 114, publicado este viernes en el Boletín Oficial, señala que el 24 de febrero de 2019 a las 14.30 ingresó a la guardia una paciente menor de edad acompañada por su madre y su abuela. La niña fue recibida por las enfermeras, que tomaron sus signos vitales y luego fue atendida por una médica.
“De acuerdo a la declaración de los testigos, hubo una demora en la atención de la menor de parte de la profesional”, señala la normativa.
A raíz de esto, la doctora fue imputada por «falta de cumplimiento del protocolo para la atención de la guardia, demora en la atención de una urgencia, código rojo y falta de registración completa del libro de guardia».
El código rojo es una emergencia en que el riesgo potencial es elevado y requiere de inmediata intervención. Según manifestaron testigos, entre el ingreso de la menor, a las 14.30 hasta el momento de atención por la doctora, hubo una demora de media hora, cuando debió ser revisada en forma inmediata.
La profesional en su defensa relató que le dieron aviso a las 14.30 de la paciente y aseguró que efectuó 40 minutos de reanimación ocurriendo el deceso a las 15.40, “por lo que se concluye que la atención comenzó a las 15, 30 minutos después de que la menor llegara al lugar y la doctora fuera avisada por la enfermera de la situación en la que se encontraba la menor”, explica el decreto.
“La Instructora Sumariante concluye que luego que las enfermeras dieran aviso a la Dra. que había una urgencia, no salió inmediatamente a efectuar la atención correspondiente, desentendiéndose totalmente de la situación de emergencia que se estaba presentando y no actuando con responsabilidad y la premura que requería el caso.
Por último, el dictamen del Honorable Consejo Deontológico Médico concluyó que: «La consulta de la menor ameritaba una atención médica inmediata de suma urgencia, por el mal estado general que presentaba a todas luces, referido aún por el testimonio de pacientes que la veían en la Sala de Espera. Las declaraciones de los testigos son unánimes en testimoniar que la profesional Médica de Guardia no estaba atendiendo al momento de la llegada de la niña, pues había pacientes en espera que le cedían el turno, al observar la gravedad del caso; que fue asistida entre los 30 a 40 minutos desde su llegada e informada la Profesional de la urgencia, cuando en ese momento sufría una mayor descompostura…».
También pudo establecer, la profesional no llenó el libro de guardia de manera correcta, ya que anotó solo el nombre de la paciente, edad y diagnóstico, obviando el orden correlativo de pacientes y el horario en que atendió a la menor.
Fuente: El Sol
