El Atuel y el Diamante se encuentran en situación de “sequía severa”

A la espera de los pronósticos de escurrimiento, que se presentarán formalmente el próximo 13 de octubre, el Departamento General De Irrigación realizó informes de la situación de las cuencas de los ríos mendocinos y los números no son para nada alentadores. Tanto el Diamante como el Atuel presentan una condición hidrológica de sequía severa.
En la cuenca del Diamante se marca que los escurrimientos fueron 5% por debajo de lo pronosticado y el derrame llegará a 455 hectómetros cúbicos, valores que confirman que el tipo de año hidrológico pronosticado es de “sequía severa”.
Las reservas equivalen a un 58% de la capacidad máxima de los embalses, siendo el valor más bajo para la época del año en la última década.
En lo que respecta a las nevadas, son un 50% más que el invierno pasado pero solo un 55% de lo que nieva en un año medio.
“Es probable que la temporada 22/23 tenga condiciones hídricas un poco mejores a las de esta temporada que termina, probablemente con un año de sequía moderada para esta cuenca”, destaca el informe.
La cuenca del Atuel –por su parte- ha estado por debajo de los valores pronosticados en el orden de un 10%, y los números plantean que esta será la peor temporada del registro histórico de 117 años.
Pese a la mala temporada, los valores de reservas de embalses se encuentran al 64%, un poco mejor que años previos, aunque un 10% por debajo de lo pronosticado.
“De acuerdo a lo observado durante la Campaña de Invierno, se ha verificado en varias zonas de la cuenca que las nevadas son similares a las del invierno pasado, como puede verificarse en la estación Las Lágrimas de la Secretaría de Infraestructura y Políticas Hídricas de la Nación”, explican desde Irrigación.