La administración de Joe Biden, de la cual forma parte Yellen, impulsa un impuesto mínimo global del 21% al 28% sobre las ganancias o rentas de las corporaciones multinacionales en Estados Unidos con el que se podría financiar el plan de US$ 2 trillones (algo como US$ 2.000.000.000.000) para renovar la infraestructura del país. Para evitar la evasión fiscal -que le quitaría los ingresos previstos- haría falta una suba del índice a nivel mundial.
«La propuesta anunciada por el presidente Biden la semana pasada llama a tomar acciones ambiciosas, incluyendo subir la tasa mínima de impuesto (a empresas) en Estados Unidos y un renovado compromiso a nivel internacional, reconociendo que es importante trabajar con otros países para terminar con la presión de la competencia fiscal y la erosión del impuesto a la renta de las empresas», aseguró Yellen según AFP.
El objetiv será «que la economía prospere sobre la base de una mayor igualdad de condiciones de tributación para las empresas multinacionales, y que se impulse la innovación, el crecimiento y la prosperidad», señaló Yellen, como parte también de un compromiso de Estados Unidos en temas relacionados con el cambio climático.
Yellen enunció su propuesta durante una presentación en el centro de estudios Council on Global Affairs de Chicago una semana después de que el gobierno de Joe Biden presentara el plan de infraestructura para crear empleo y estimular el cambio al uso de energías limpia.
Mientras tanto el FMI mantuvo durante toda la pandemia de coronavirus su política de apoyo a los gobiernos que usaron sus reservas para financiar la actividad económica (o la suspensión forzada de la misma) para evitar una debacle económica global más profunda que la actual.
«Este (tipo de) paquete (de medidas) sirve a ese propósito en términos de mitigar el cambio climático, mejorar rutas y puentes, todo lo cual incrementa la productividad y tiene un efecto positivo en la economía», señaló por su parte la funcionaria del FMI.