En unos 60 días, el gobierno nacional pondrá fin a la comercialización de carne vacuna y porcina a través de la media res. Por esta razón, desde cada frigorífico deberán salir trozos de carne de no más de 32 kilos, los cuales llegarán a las carnicerías de manera selectiva, según lo que cada punto de expendio requiera. Este cambio en el esquema comercial debería beneficiar a los trabajadores del sector de la carne, que dejarán de cargar cerca de 100 kilos de carne en sus hombros, pero podría perjudicar a otros sectores.
Ante esta situación en FM Vos 94.5, conversamos con Ariel Morales, coordinador general de la Cámara de Matarifes y Abastecedores. «Se va a poner punto final a esta comercialización tradicional de la carne. Siempre se eligió esa modalidad por un tema de beneficio comercial. Hoy, a pesar de que debemos adaptarnos a un nuevo proceso con más inocuidad y más sanidad, la verdad es que la media res es el sistema que mejor le rindió al consumidor final, al carnicero y a los supermercados. Esto se debió a que esas mitades están integradas por todos los cortes, siendo esta la causa por la que te permite trabajar con distintos precios», aclaró Morales ni bien comenzó la charla.
«Esta es una resolución de la Organización Internacional de Trabajo. Argentina es el único país de Latinoamérica que trabaja con media res. Nosotros pedimos una prórroga, pero no es que estemos en contra de esta medida, sino que advertimos que va a perjudicar netamente al consumidor final, ya que el producto se va a encarecer. Cuanto más cortás la carne, más se incrementa su precio. Además, tenemos frigoríficos en el interior del país que son chicos, medianos y grandes que no están adaptados para llevar a cabo este sistema. Debemos hacer inversiones, y los créditos por parte del gobierno no salieron», apuntó el coordinador general.
«En este sentido es que hay que aumentar la capacidad de cámara. También surge un problema de trazabilidad, porque se empiezan a mezclar los cortes en la industria frigorífica. La logística es otro punto importante, puesto que los camiones no están preparados para distribuir la carne de esa forma. Son varios los problemas que se suman, otro es el del personal y la sanidad dentro del transporte y el kilaje», continuó explicando.
Luego, siguió dando sus razones y las causas de por qué el sector se verá perjudicado. «Las estructuras de la mayoría de los frigoríficos no están preparadas para cuartear la carne en tres partes. Por ejemplo, para transportar tendremos que utilizar más unidades. No digo que la ley no sea correcta, pero se debería hacer de una forma más progresiva. Ahora bien, una vez promulgada, ¿van a salir a clausurar frigoríficos y generar más desempleo? No se puede tomar una clase de medida como esta repentinamente. Tiene que haber un lapso de readecuación», señaló Ariel Morales.
Por otra parte, especificó en cuánto aumentará su valor el producto final. «Hay que trasladarle el porcentaje de la logística, y lo que tiene que ver con la merma en los kilos. Hay zonas en las que se consumen distintos cortes de carnes como los parrilleros, y otras en las que no. Está resolución a corto plazo solo beneficia a los frigoríficos que son exportadores y volcarán su remanente al consumo interno, que es el 75 % del mercado», aseguró ante los micrófonos de FM Vos 94.5
De otro modo, habló en torno de la prórroga solicitada y sobre qué esperan de cara al futuro. «Hemos hecho distintas presentaciones y planificaciones, explicando los motivos por los cuales no se puede aplicar en Argentina. El gobierno nos escucha en algunos puntos y en otros no. Ante esta resolución, vamos a tener distintos episodios, falta de stock en algunas regiones y exceso de demanda en otras. La ley es fácil de sacar y de ejecutarla, pero no observaron si estamos preparados para adecuarnos a ella», precisó.
«La Argentina a nivel económico está pasando un momento muy difícil. Nuestro sector ha tenido el consumo más bajo en años. No hay una línea de crédito y son muy importantes las inversiones que se deben hacer en este rubro. En estos últimos tiempos, apenas nos venimos sosteniendo. No hay poder de compra, la inflación se comió el bolsillo de la gente», argumentó a modo de cierre.
