El increíble rescate de un perro que se comió su propia pata del dolor

Un perro que llevaba un mes abandonado con una herida en su pata fue rescatado en el camping de El Tigre entre algunas personas y bomberos, que debieron esforzarse para poder sacar al can del pozo donde se había metido, ya agonizando.
El perro en cuestión aparentemente tenía una lesión en una de sus patas traseras que, sin atención veterinaria, se fue agravando y lo hizo pasar por momentos de mucho dolor y angustia.
Por eso el propio perro comenzó a morder su pata, tal vez desesperado de dolor y ya lleno de gusanos. En ese estado e inmóvil lo encontraron los rescatistas este último domingo en El Tigre.
Según contó a FM Vos (94.5) Sandra Carrieri, de la Sociedad Protectora de Animales, todo comenzó hace un mes, cuando en la Villa 25 de Mayo un hombre se les acercó a ella y su compañera Laura Aliaga en medio de otro rescate de un perro atropellado y les comentó que en El Tigre habían abandonado un perro y tenía herida una pata. Los proteccionistas le dijeron que si por favor podía llevarlo a una veterinaria e ingresarlo a través de la cuenta de la Sociedad Protectora. El hombre les dijo que iba a tratar de hacerlo, aunque el perro «era bastante arisco».
Pasó el tiempo y el pasado domingo Sandra recibió un llamado contundente: el perro seguía ahí y estaba mucho peor; de hecho, sus gritos de dolor se escuchaban de fondo durante la llamada telefónica.
Varias personas que ocupan de forma gratuita buena parte de su tiempo en ayudar a animales abandonados fueron entonces hasta el lugar y llamaron a Bomberos para ayudaran a sacarlo del pozo en que se había metido, debajo de una casilla en el camping.
«El perro ya no se movía y entre un bombero y mi cuñado estuvieron un rato intentando enlazarlo hasta que lo lograron: no podíamos creer el sufrimiento que había pasado ese pobre animal», relató Sandra.
«Guerrero», como apodaron sus salvadores al perro, fue internado en una veterinaria, donde le amputaron lo que quedaba de su pata trasera derecha y parte de su cola. Estaba repleto de gusanos y con una fractura expuesta.
Ahora solo resta que tenga más fuerzas para recuperarse y que luego algún corazón le dé una oportunidad en un hogar y le demuestre que no todas las personas son como quien lo abandonó o quienes lo vieron herido y no hicieron nada.
Mientras, en San Rafael (y todo el país) siguen abandonando perros y se continúa sin una política seria de tenencia responsable de mascotas y control y sanciones por el abandono.