El INTA y un registro audiovisual que registra las historias de mujeres tejedoras del “Telar Campesino”

En la zona de Los Toldos, Punta del Agua, San Rafael, un grupo de mujeres ha estado tejiendo no solo telas, sino también historias. Paula Diez, ingeniera del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), brindó detalles acerca del registro audiovisual que la entidad viene realizando. Se trata de un viaje visual y narrativo a través del trabajo y la vida de estas hábiles tejedoras. “El trabajo con las mujeres, con este grupo de mujeres que está en la zona de Los Toldos, es un trabajo que empezó en pandemia”, comenzó explicando Diez a Diario San Rafael y FM Vos 94.5. “Son mujeres que históricamente hilan, tiñen con plantas naturales, y tejen en telar vertical”, explicó Diez. “La idea de empezar a trabajar con eso era poner en valor ese conocimiento. Entonces, que cada una de esas piezas pudiera contar una historia, pudiera contarle una historia a la persona que lo quiere comprar, de dónde viene ese tejido, quién lo hace, cómo es la ocupación del territorio que hacen esas personas que están viviendo ahí, que hacen ese telar, ese producto, esa obra”. El registro fotográfico y audiovisual captura no solo la belleza de los tejidos, sino también el contexto en el que se producen. “Queríamos poner en contexto el territorio y las condiciones en las que se producen las obras”, señaló Diez. “Es contar un poco la historia, que cuando uno va a comprar eso, no es nada más que un camino de mesa, no es nada más que una alfombra, son conocimientos que vienen, son conocimientos ancestrales”. El impacto de su trabajo ha trascendido fronteras. “Sus obras han viajado, por suerte, muy lejos”, dijo con orgullo. “Hemos recibido compras de gente que después se las llevó a Italia, estuvimos en una feria donde había mucha gente de distintos países de Latinoamérica, en la ciudad de Mendoza, que fue uno de los primeros espacios de venta como en feria que tuvieron, y los tejidos se fueron a Perú, a Chile, a Brasil, a Uruguay, a distintos países de Latinoamérica y también han viajado a España, a Estados Unidos”. El proyecto no se limita solo a la creación de las piezas, sino que también busca educar y difundir el conocimiento. “Hicimos algunos materiales cortos, en donde muestran cómo las chicas tiñen, cómo es el proceso de teñido, desde buscar una planta en el campo hasta después tener la madeja lavada, y después todo lo que es, justamente, el tejido”, compartió Diez. “Es parte de un proyecto en el que acompañamos a estas mujeres y puede verse en las redes del INTA de Rama Caída”. A través de su labor y compromiso, estas mujeres no solo están preservando una tradición ancestral, sino que también están llevando consigo la historia y la cultura de su comunidad a nuevos horizontes. “Son mujeres que viven en lugares, tal vez, un poco alejados, en donde tal vez no se podía contar a cada una de las personas que compraran toda esta historia, pero cuando uno la sigue en las redes está siempre permanentemente esto, del lugar donde viven, de las tareas que hacen”, reflexionó Diez. “En realidad, es enriquecer, digamos, esto cuando uno compra algo, toda la historia que tiene atrás”. El legado de estas mujeres no solo reside en sus tejidos, sino también en la inspiración y el impacto que han generado en quienes han tenido la oportunidad de conocer su historia. “A través de sus tejidos, la verdad es que han viajado un montón”, concluyó Diez. “Por suerte, las mujeres también han exhibido en la Exposición Rural de Palermo, están sus tejidos también en el mercado artesanal de la provincia de Mendoza, que tiene un local de venta al público en la ciudad de Mendoza, así que, bueno, por suerte ha trascendido y esto es lo que queríamos”.