SECCIONES
  • Perder el tiempo que disfruto no es tiempo perdido.| Marta Troly

viernes 3, de mayo , 2024

El papá de Agustina pudo cumplirle su sueño: vestido rosa y mucho amor, así fue su fiesta de 15 antes de morir

La historia de Agustina se hizo conocida hace cuatro meses, cuando Mariano Cáceres (42) ganó 9 millones de pesos en Los 8 escalones y contó el destino que planeaba darle al premio: solventar el tratamiento de su hija contra el cáncer.

La semana pasada, un dolor de cabeza motivó una nueva internación de Agustina en el Hospital de Niños de Santiago del Estero. Con el correr de las horas, el cuadro se agravó y la adolescente fue derivada a terapia intensiva. El tumor había avanzado muy rápido y no quedaba mucho por hacer, dijeron -palabras más, palabras menos- los médicos a su familia.

“Ella eligió el vestido y todos sus seres queridos estuvieron ahí”

Agustina finalmente se fue de este mundo el último domingo. Con el premio que ganó en el programa de eltreceMariano pudo cumplirle un último sueño: su fiesta de cumpleaños de 15.

“Era lo que ella más quería. Y nosotros, como papás, también. Ella eligió el vestido, eligió el color -rosa- y todos sus familiares, amigos y compañeros de colegio estuvieron ahí”, cuenta Mariano a TN.

"La fiesta era lo que más quería Agus. Ella eligió el vestido", contó su papá, Mariano. (Foto: gentileza familia Cáceres)
«La fiesta era lo que más quería Agus. Ella eligió el vestido», contó su papá, Mariano. (Foto: gentileza familia Cáceres)

El festejo fue el 14 de julio en Crash, un boliche de Beltrán -el pueblito de 6000 habitantes donde vive la familia- que Mariano frecuentaba en su adolescencia. “El dueño me prestó el lugar, mi cuñado compró la carne, mi cuñada aportó la mesa de dulces y nosotros nos hicimos cargo del resto. Vinieron familiares desde Buenos Aires. Fue muy emocionante”, describe.

“Durante todos estos años me pregunté cómo íbamos a hacer para pagar, en el mismo año, el cumpleaños de 15 de Agus y el viaje de egresados de Lara (su hija mayor, de 17). Fuimos juntando plata de a poco, pero estaba difícil llegar. Gracias al premio que gané en Los 8 escalones, pudimos lograrlo”, amplía.

En 2018, cuando tenía 10 años, Agustina empezó a sentir molestias en el ojo derecho. “Se le cerraba el párpado. Nos decían que tenia ‘ojo vago’ (como se conoce a la ambliopía, que produce una disminución en la agudeza visual) y astigmatismo. Nos decían que se iba a ir con ejercicios, pero todo iba cada vez peor”, situaba Noelia en mayo, cuando la historia de su hija llegó a los corazones de miles y miles de argentinos.

Agustina junto a sus papás, Mariano y Noelia; y sus hermanos, Lara y Facundo. (Foto: gentileza familia Cáceres)
Agustina junto a sus papás, Mariano y Noelia; y sus hermanos, Lara y Facundo. (Foto: gentileza familia Cáceres)

La familia decidió trasladarse a Buenos Aires y hacer una consulta en el Hospital Garrahan, donde los médicos constataron la presencia de un tumor rabdomiosarcoma, un extraño tipo de cáncer que se forma en el tejido blando. A Agustina le apareció en el ojo y fue sometida a un vaciamiento ocular que posteriormente le permitió experimentar una mejoría.

A principios de este año, el tumor volvió a salir, esta vez en la base del cráneo. Otra mala noticia que recibió la familia en medio del trance: la enfermedad era muy invasiva y no era operable.

Familia completa. Agustina tuvo a todos sus seres queridos en su fiesta. (Foto: gentileza familia Cáceres)
Familia completa. Agustina tuvo a todos sus seres queridos en su fiesta. (Foto: gentileza familia Cáceres)

La urgencia obligó a Agustina a dejar su casa en el barrio Artemio Gramajo para instalarse nuevamente en Buenos Aires. Y Mariano, que trabaja en una empresa de seguridad privada, se vio en la obligación de generar una nueva fuente de ingresos para costear los gastos del tratamiento. En eso, tuvo una idea: inscribirse en Los 8 escalones.

“Todas las noches lo mirábamos en la mesa. Agus siempre me decía: ‘Papi, si te anotás, vas a ganar’. Y me anoté, nomás. No le dije nada a nadie. En mi familia no sabían nada. Y a los dos días, me llamaron”, evoca Mariano.

La cumpleañera junto a sus abuelos. (Foto: gentileza familia Cáceres)
La cumpleañera junto a sus abuelos. (Foto: gentileza familia Cáceres)
Agus junto a su abuela. (Foto: gentileza familia Cáceres)
Agus junto a su abuela. (Foto: gentileza familia Cáceres)

“Nadie está preparado para despedir a un hijo”

Uno de los momentos más recordados del programa fue cuando Mariano ganó por tercera vez consecutiva, obtuvo el premio de $9 millones y Agustina ingresó al estudio para celebrar con él. En la emisión siguiente, el concursante santiagueño debía regresar para ir por los $12 millones, pero no pudo asistir por estar abocado al tratamiento de su hija. “Avisó que se trató de un tema de fuerza mayor”, explicó el conductor, Guido Kaczka, al aire.

Cuando por fin retomó su participación, Mariano perdió en el segmento “Fotos del mundo”. “¿Quién es este expresidente estadounidense fotografiado antes de ejercer dicho cargo?”. El papá de Agustina se inclinó por Richard Nixon. La respuesta correcta era Ronald Reagan.

Junto a sus padrinos. "Fueron de mucha ayuda allá en Buenos Aires", dijo Mariano. (Foto: gentileza familia Cáceres)
Junto a sus padrinos. «Fueron de mucha ayuda allá en Buenos Aires», dijo Mariano. (Foto: gentileza familia Cáceres)
Agustina con sus tíos y sus primos. (Foto: gentileza familia Cáceres)
Agustina con sus tíos y sus primos. (Foto: gentileza familia Cáceres)

Como igualmente Mariano había contestado bien una de las preguntas de la serie, otros tres participantes forzar un desempate y decidir si continuaba en el juego. Dos de ellos decidieron eliminarlo y no le permitieron ir por el récord de los $12 millones.

“Fue un momento muy feliz. La gente nos reconocía en la calle y nos transmitía mucho cariño y apoyo. Sentíamos todo ese amor. Y en el pueblo estaban como locos”, recuerda.

Noche soñada. Agus junto a todos sus compañeros. (Foto: gentileza familia Cáceres)
Noche soñada. Agus junto a todos sus compañeros. (Foto: gentileza familia Cáceres)

Mariano retomó su rutina habitual y siguió concentrando todas sus energías en la salud de su hija. Los médicos del Garrahan intentaron encapsular el tumor y quemar las células malignas. Ningún tratamiento fue suficiente.

“Nadie está preparado para despedir a un hijo. Si bien había muchas cosas que indicaban que podía pasar lo que finalmente pasó, uno nunca imagina un desenlace así. Siempre conservás la esperanza de que todo va a salir bien”, resume Mariano. “Nos quedará aprender a convivir con este dolor. Hay que fortalecerse por Lara Facundo -su hijo menor, de 7 años-, por mi señora, mis padres. Agus siempre será la luz de mis ojos”.

Fuente – TN

Download PDF

Click para descargar o imprimir la nota

La información justa siempre con vos!

MÁS LEÍDAS

MÁS LEÍDAS

Noticias Relacionadas

¡Bienvenido de nuevo!

Inicie sesión en su cuenta a continuación

Recupera tu contraseña

Ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer su contraseña.

Agregar nueva lista de reproducción