La nieve que azotó al sur mendocino durante el mes de agosto fue impiadosa con los crianceros de la zona. Muchos de ellos han encontrado muertos a sus animales mientras unos pocos los continúa buscando. A esta grave situación, se le suma que, como consecuencia del temporal, varias cabras están malpariendo. Testigos aseguran que el escenario es desolador porque hacia el futuro no se vislumbra un mejor panorama.
Ante esto, FM Vos 94.5 entrevistó a David Russo, presidente de la Especifica de Ganadería Cámara de Comercio de Malargüe, quien habló acerca de los trabajos y las medidas implementadas para paliar la situación que aqueja a los puesteros de la región.
«La verdad es que ha sido un temporal que, si bien estaba anunciado, nos ha tomado por sorpresa en todos los aspectos. En 28 horas se registraron precipitaciones que no se vieron de este modo durante décadas. Esto generó muchísimas complicaciones, puesto que Malargüe tiene una superficie de más de 40 mil kilómetros. Toda la zona rural resultó afectada y se necesitó de muchos recursos para poder llegar y asistir. Por suerte lo pudimos hacer y estamos trabajando junto a la gente de Dirección de Ganadería de la provincia», confirmó David Russo apenas comenzó la entrevista.
«La Dirección de Ganadería puso en marcha un plan de forraje para la asistencia de todos los productores, son más de 104 mil kilos los que están a disposición. La idea desde la Cámara de Comercio de Malargüe es poder acompañar todos estos procesos para lograr trabajar en conjunto con el fin de poder ayudar al productor de la mejor manera», agregó.
Después, explicó que aún no se conoce la cantidad de animales que han muerto. «La verdad es que todavía no conocemos el número total de pérdidas, seguramente tengamos más datos el mes que viene. De todas formas, hay algunos números preliminares y en base a eso se está trabajando para establecer un plan estratégico a corto y mediano plazo», aseguró Russo.
Además, comentó cuáles son las primeras acciones que llevaron adelante tras el temporal que se desencadenó en el sur provincial. «El primer plan de emergencia se focalizó en lo humanitario. Lamentablemente hubo dos crianceros que fallecieron y eso hizo que se aceleran los tiempos. Tratamos de llegar lo más rápido posible a los puestos para ver de qué forma los podíamos ayudar. Después de esto, se comenzó con el relevamiento para conocer a ciencia cierta el daño que produjo el temporal. Ahora, en esta primera instancia, se está asistiendo con forraje y pasto. El Clúster Ganadero también hizo su aporte, al igual que lo hicieron otras entidades privadas. En síntesis, estamos en la fase de abastecimiento y de relevamiento. Queremos terminar de dimensionar todas las consecuencias que dejó este evento climatológico para ver cómo se sigue en adelante», precisó.
«Seguramente va a ser un problema a largo plazo que lo vamos a padecer muchísimo durante esta temporada. Hoy nos enfrentamos a la contradicción de que vamos a estar ante un incremento del recurso hídrico, pero que la producción va a caer fuerte como producto de las intensas nevadas. Hay que actuar, estudiar las variables y ver qué tipo de planes se pueden aplicar», añadió el presidente de la Específica de Ganadería de la Cámara de Comercio de Malargüe.
«Hay que empezar a aplicar la retención de los vientres con el objetivo de que el productor comience de a poco a recuperar la producción. Lo que sucede es que no se pueden traer razas distintas a Mendoza, ya que no se van a adaptar al clima. Hay que instrumentar algún plan que esté a nuestro alcance y tenga resultados rápidos. No va a ser fácil, pero estamos ocupándonos para revertir la situación. Hay que trabajar de forma conjunta para sacar esto adelante», remarcó.
A su vez, se refirió a cómo afecta está situación en lo inmediato a los productores en el plano de la comercialización. «Más allá del daño por la muerte de los animales, hay que contabilizar el daño que se produce con el malparir de las cabras. Recién ahí se va a tener un relevamiento más global. La zona del oeste ha sido la más afectada. La idea es guardar a las hembras y sus vientres, que los productores no las vendan. De esta manera se puede ver la manera particular en la que la provincia pueda colaborar para que el productor logre ir de a poco regenerando su stock. Estas son las ideas que estamos trabajando para llevar a cabo contra reloj, porque muchos no van a poder afrontar sus acuerdos comerciales», sostuvo David Russo.
«Por otra parte, el municipio generó el programa Caprino con fondos de la Nación no reembolsables. El mismo es muy interesante debido a que le pone un piso al precio del chivo. Esto se establecido antes del temporal, el objetivo es poder ser más competitivo a la hora de venderlo y que se generen más recursos para el productor. Incluso, en su primera etapa se entregó forraje. Entonces, a largo plazo se piensa sumarle valor agregado al chivo que va a estar vinculado al frigorífico de Malargüe. Se va a agregar una cámara de frío para que el productor pueda guardar sus chivos y logre especular con su producción, así puede vender su producto en la época del año que lo desee. Obviamente que deberá pagar por este servicio de frío, pero nosotros vamos a acompañar para que el proyecto sea totalmente viable”, manifestó como novedad.
«Más allá de todo esto, habrá que asumir los compromisos que cada productor tenía con sus clientes y ver las posibles soluciones, que sin dudas no serán a corto plazo. Esto es producción, hay que tener paciencia porque los tiempos en este sector los maneja la naturaleza. Hay que esperar el resultado final de los informes», aseveró al cierre del reportaje sobre esta delicada situación.