El testimonio de Mirtha: los médicos no pudieron salvar a su hija pero sí a su nieta

Ayer se cumplieron cuatro años de la tragedia de la Cuesta de los Terneros, uno de los accidentes de tránsito más lamentables de la historia local. Sobre ello compartió con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael Mirtha, abuela de Agustina (que quedó herida) y madre de María de los Ángeles, quien perdió la vida aquel día.
En un día lleno de emociones encontradas, con dolor, bronca y angustia por la falta de su hija María de los Ángeles, dijo que “son cuatro años ya que no tengo a mi hija, gracias a Dios sí pudieron salvar los médicos de San Rafael a mi nieta. El doctor Rubén Bergaglio me ayudó mucho e hizo la derivación de Agustina hacia Mendoza capital, donde la atendieron unos profesionales excelentes también, buena gente, solidaria. Quiero recordar a Carolina Chepero, que fue una de las coordinadoras que asistieron a Agustina en San Rafael. Muy agradecida con toda esta gente de San Rafael, sin conocernos siempre están apoyándonos en todo momento para cada aniversario, para cada 25, siempre están esos amigos que la vida, el momento siniestro, me otorgó”, dijo, y recordó además que cuando viajó para el primer aniversario de aquel hecho, mientras caminaba por la calle se le acercaba la gente y le preguntaba si era la mamá de María de los Ángeles.
En cuanto a la actualidad de Agustina, Mirtha señaló que le quedaron secuelas, pues le falta la musculatura desde la rodilla hacia abajo hasta mitad de la pierna derecha. “Tuvo fractura expuesta y el trabajo de la gente de Mendoza fue excelente, pero los músculos estaban malos y cada vez que entraba a quirófano le limpiaban, pero eso después no se pudo regenerar. Acá en Buenos Aires, en los últimos meses que estuvo ella internada, los médicos trabajaron bastante, le hicieron un injerto de piel, pero la secuela le quedó. Gracias a Dios ella no lo toma a mal y en verano anda con shortcito. Es una nena fuerte, aunque ahora que es más grande está como enojada con todo lo que pasa alrededor, no quiere saber todos los movimientos que hacemos para recordar a esos 14 ángeles, entre quienes había muchos niños, allí ella perdió a su amiguita Maite”, lamentó, y agregó que debió pasar un tiempo para poder informarle que aquella amiga ya no estaba. Por otra parte, lleva cuatro años sin su madre, con quien tenía una relación muy unida.
Por otra parte, el esposo de Mirtha falleció muy poco tiempo después de la tragedia pues “no pudo resistir la ausencia de su hija”. “Era mi única hija, fue tan alegre, tan feliz… Cómo trabajaron para realizar ese viaje, para que nada les falte a los chicos, para que todos los chicos pudieran disfrutar de esos días en Mendoza”, recordó.